MONTAÑA | Cada vez más cerca del reto «14 x 8.000»
Nuevo éxito para Pasaban, y ya sólo quedan tres
La ascensión al Manaslu ha sido más complicada de lo previsto, pero ha finalizado con un rotundo éxito
Koldo AKORDARREMENTERIA | GASTEIZ
La tolosarra Edurne Pasaban sigue con paso firme en su intención de lograr lo que nunca antes una mujer ha conseguido; que no es otra cosa que hollar los 14 ochomiles.
El siguiente escollo en el camino para conseguir la soñada hazaña pasaba por coronar la montaña de Manaslu. Se esperaba que el intento se produjera a principios de octubre, y la puntualidad ha sido exacta.
La expedición -perteneciente a «El filo de lo imposible»- compuesta por Alex Txikon, Asier Izagirre, Mikel Zabalza, Ester Sabadell, Ferrán Latorre, Juanjo Garra y la propia Edurne Pasaban, atacó la cumbre hacia las 3 de la madrugada de la noche del sábado al domingo y cinco horas y media más tarde todos los integrantes se encontraban a 8.156 metros de altura celebrando la consecución de la cumbre.
Frío y viento
El camino no fue nada sencillo. En una primera comunicación, tras haber pisado cima, los montañeros dijeron haberse encontrado con «mucho frío y un terrible viento», lo que dificultó mucho el último tramo de la ascensión, el más técnico.
Con esta cumbre la alpinista guipuzcoana ha igualado la marca de Gerlinde Kalterbrunner, la montañera austriaca con quien mantiene un espectacular duelo por proclamarse la primera mujer en conseguir el objetivo de pisar los 14 ochomiles. Las dos montañeras mantienen una estrecha amistad y observan esta circunstancia duelo -que ha levantado un gran revuelo mediático- como un hecho casi anecdótico.
Aunque no nos engañemos. La montañera tolosarra es parte del reto «14x8.000», y ahí está su gran objetivo. Pero para conseguirlo deberá hollar tres complicadas cimas; el Kangchenjunga (8.586), el Annapurna (8.091) y el Shisha Pangma (8.046). Éste último podría ser, y además en breve, el próximo reto .
Aunque la alpinista no se ha pronunciado al respecto, algunos ya aseguran que Pasaban se podría plantear en las siguientes horas la posibilidad de intentar escalar el Shisha Pangma, aprovechando que está allí.
Asier Izagirre, que fue el primero en comunicarse con el campo base, destacó que habían llegado «todos» hasta la cima, y después Edurne Pasaban cogió el talkie para comentar los últimos metros de la ascesión.