Camino a ninguna parte
Los multimillonarios planes de rescate a ambos lados del Atlántico y las bajadas de los tipos de interés han pinchado en hueso Nadie se atreve a poner el final a este camino descendente de los índices bursátiles, puesto que la confianza no se recuperará tan fácil
Alberto CASTRO | Analista bursátil
El sistema financiero mundial camina hacia ninguna parte si no se restablece la confianza. Los multimillonarios planes de rescate a ambos lados del Atlántico y las bajadas de los tipos de interés en Estados Unidos y la eurozona han pinchado en hueso. Ésa es, al menos, la sensación que queda al mirar las brutales caídas de los índices en la sesión de ayer. No hace ni dos semanas todos creíamos que estas acciones representaban el principio del final del problema.
Sin embargo, el inicialmente vitoreado Plan Paulson no fue capaz de derribar el grueso muro de la desconfianza que separa a las propias entidades financieras. Tampoco lo han hecho otras medidas sin precedentes, como la naciona- lización parcial de bancos en Gran Bretaña, tras la efectuada en Alemania, y la garantía total de los depósitos en muchos países de la Unión Europea.
Y lo peor, después de ver estas reacciones tan negativas, podría estar por venir. Nadie se atreve a poner el final a este camino descendente de los índices bursátiles, puesto que la confianza no va a recuperarse tan fácilmente, sobre todo ante la más que previsible entrada en recesión de las economías estadounidense y europea. Además, cuando seamos capaces de retirar la cortina de esta crisis de carácter sistémico, aparecerán con toda su crudeza los problemas más cercanos, aquellos en que se ponen en juego el trabajo, la vivienda y el futuro de los habitantes más desfavorecidos. Por tanto, sería conveniente, por ejemplo, que los bancos del Estado español no alabaran tanto su solvencia y se pusieran a trabajar para que el crédito vuelva a engrasar la economía.