COPA Los guipuzcoanos volvieron a dar una imagen mala y nunca inquietaron al equipo gallego al no crear ninguna ocasión clara
La Real no puede reaccionar en Vigo y ya sólo le queda la Liga
Zubikarai fue el mejor realista y evitó una derrota más abultada ante un Celta que tuvo a Dinei como estandarte al marcar los goles.
GARA | DONOSTIA
La Real no pudo aprovechar la eliminatoria de Copa en Balaídos para resarcirse de la mala imagen ofrecida en Sevilla y a partir de ahora deberá centrarse en la Liga con la necesidad de obtener un buen resultado el sábado ante el Xerez para romper la dinámica negativa del equipo en los últimos cuatro partidos.
Se suele decir que cuando un equipo juega un mal partido no hay nada mejor que le llegue otro pronto para desquitarse. Pero lejos de reaccionar positivamente, la Real volvió a dar una mala imagen y fue superado por el Celta en un encuentro en el que los dos entrenadores dieron oportunidad a los menos habituales. Lillo sólo alineó a cinco titulares de Sevilla y Pepe Murcia a dos. Destacó el debut de Dramé en el lateral izquierdo sin demasiada fortuna.
Fueron los suplentes del Celta los que mejor aprovecharon la oportunidad porque en el primer tiempo superaron con claridad a la Real y sólo una gran actuación de Eñaut Zubikarai, con media docena de intervenciones y tres de ellas de mérito, permitió que al descanso los guipuzcoanos estuvieran dentro de la eliminatoria.
El único gol llegó en un fallo defensivo que aprovechó Trashorras para dar el pase de gol a Dinei. Además hubo otras tres opciones en las que los vigueses se plantaron solo ante Zubikarai, que estuvo en su línea habitual. Por contra, la Real no creó la más mínima oportunidad.
Sentencia
Tampoco hubo reacción en el comienzo del segundo tiempo, en el que el Celta pudo marcar en un remate de Michu que golpeó en Dramé y fue a corner y obligó a realizar dos buenas paradas a Zubikarai, que no pudo evitar que Dinei sentenciara en una jugada similar a la del 1-0.
La Real apenas tuvo un par de opciones en un remate en un corner que sacó un defensa y en un disparo de Estrada, pero la imagen que dio fue triste en una confirmación de que el equipo está en una dinámica negativa que será bueno que se corte cuanto antes. Y no será fácil porque al final su nivel está relacionado con lo que pasa en el club y da la sensación de estar descentrado y desquiciado.
Y además el partido del sábado en Anoeta contra el Xerez será muy difícil porque los andaluces no han tenido Copa esta semana y han podido preparar mejor el duelo liguero. Por contra, la Real pondrá esta noche con su regreso a casa fin a una semana de viaje nada positiva y sólo tendrá un entrenamiento mañana en Zubieta para preparar el encuentro. Eso es lo único bueno de la eliminación de ayer, que quedar fuera de la Copa debe permitir que el equipo se centre en la Liga, pero eso es algo muy difícil con lo que tienen que convivir dentro del club.
Los dos entrenadores dieron entrada a jugadores que no habían actuado el fin de semana anterior en Liga y en la Real destacó el debut de Dramé, que no estuvo muy afortunado, como el resto de sus compañeros, en un partido que hizo recordar al de Sevilla.
Juanma Lillo rechazó que el partido de ayer fuera tan malo como el de Sevilla: «Esa penumbra que nos quedó de habernos quedado petrificados allí, no tiene nada que ver. Hoy la respuesta ha sido muy distinta, no es lo mismo que el otro día, que parece que no estábamos. Hoy ha habido tránsito de balón, pero ni en los aledaños ni el último tramo hemos manifestado la superioridad que hemos tenido en otras zonas. Y, por contra, hemos encontrado un rival más determinante y eso en un torneo como éste te debilita mucho».
El técnico tolosarra añadía que «me da pena porque me gusta la Copa, pero el partido no tiene nada que ver con el de Sevilla, se asemejaría más a otro del mismo torneo. No debemos relacionarlo con el anterior ni con el siguiente, no ha tenido nada que ver con el anterior y espero que no tenga nada que ver con el siguiente».
Sí admitía que «el Celta ha sido bastante superior y no sólo en el marcador. Sobre todo en la primera mitad, en la que hemos concedido demasiado, a parte de sus virtudes. Pero nosotros ni les hemos asustado, ni tan siquiera creamos corners. Hasta el gol no estábamos bien, pero sin perder el lugar. Al no haberles hecho pasar por una situación de compromiso en ningún momento, das alas al rival, a parte de su definición, porque no han sido muchas ocasiones de gol, pero han estado más contundentes que nosotros».
Añadía que «ha habido una fase en el primer tiempo en la que no dábamos cuatro pases seguidos. Llevábamos el balón a fuera y había una pérdida y un regreso. Y dar esa ventaja a Trashorras, Dinei y Danilo... En la segunda mitad hemos tenido un poco más de fútbol, pero no hemos llegado a tener situaciones de gol».
