Callie Khouri ganó el Oscar por el guión de «Thelma y Louise» en 1991, pero no se pasó a la realización hasta once años después con «Clan Ya-Ya», que era una adaptación de la novela de Rebecca Wells. Tuvo entonces la oportunidad de dirigir un reparto femenino de grandes actrices, entre las que se encontraban las veteranas Ellen Burstyn, Maggie Smith, Shirley Knight y Fionnula Flanagan. En aquella ocasión exploró las relaciones maternofiliales a través de una aproximación generacional entre mujeres de distinta educación. El trío estelar que protagoniza su segundo largometraje «Tres mujeres y un plan» diríase fruto, asimismo, de esa conjunción entre intérpretes experimentadas y otras más jóvenes, con el recorrido artístico que incluye un abanico que va de Diane Keaton a Katie Holmes, pasando por Queen Latifah.

«Tres mujeres y un plan» es la versión cinematográfica de un telefilm británico, que ya presentaba a las tres compañeras que trabajan en un banco al que deciden atracar. Ahora se trata de la Reserva Federal de Kansas, donde estas empleadas ven cómo se destruyen a diario en una trituradora millones de dólares viejos. La encargada de hacerlo es una madre soltera afroamericana que vive en los suburbios, y cuyo sueldo no le llega para sacar adelante a su familia.

Curioso equipo

El plan lo idea de acuerdo con la conserje, una madura mujer blanca que ha de limpiar los lavabos a raíz de la ruina de la empresa de su marido. Para completar el grupo cuentan con una joven carretillera, que es la que transporta el dinero a destrozar. Al contrario de sus dos amigas con las que forma este curioso equipo no está en apuros económicos, pero es un espíritu libre y no le importa vengarse de sus jefes. Están hartas de recibir órdenes de los hombres y no quieren seguir siendo explotadas, así que no van a desaprovechar la oportunidad de hacerse con un buen botín.