Cumbre urgente del eurogrupo en París
La Eurozona anuncia ayudas para evitar la quiebra de los bancos
Los mandatarios europeos de la zona euro acordaron, como ya lo había hecho el G-7 y el Gobierno británico, en concreto, ofrecer ayudas sin límite a los bancos para evitar quiebras. Cada país de forma individualizada, aunque coordinada con el resto, ofrecerá, por otro lado, ayuda, hasta diciembre de 2009, para terminar con la desconfianza del mercado interbancario.
Juanjo BASTERRA | BILBO
Los máximos responsables de los gobiernos de los países de la Eurozona siguieron ayer el guión escrito unos días antes por el G-7 (Estados Unidos, Japón, Alemania, Estado francés, Gran Bretaña, Italia y Canadá) y las iniciativas que el Gobierno británico está adoptando para impedir la quiebra de los bancos importantes del sistema financiero.
Nicolas Sarkozy, presidente francés y presidente de turno de la Unión Europea, manifestó que el documento permite «una acción coordinada común para la zona euro, para que en los próximos días cada país pueda poner en marcha medidas que estabilicen los mercados financieros y que no discriminen al resto». Se apresuró a decir que lo acordado «no será un regalo a los bancos». El modelo británico, que es el espejo en el que se mueven los mandatarios europeos, ha puesto a disposición de los bancos hasta el momento 68.000 millones de euros de fondos públicos para capitalizar su actividad y, además, otros 136.000 millones para ayudar a obtener fondos a través de los préstamos interbancarios.
Sin legislación que controle
Lo más importante que sale de la reunión, igual que en la del G-7, es que no habrá límite en las inyecciones económicas para aplicar ese propósito, aunque los responsables europeos inciden en la necesidad de controlar de cerca esas operaciones. Sin embargo, no existe una regulación específica para llevar adelante esa supervisión, por lo que la apuesta no deja de ser una actuación mediática para intentar frenar las críticas que están surgiendo en todos los ámbitos de la economía productiva por el fuerte despliegue de fondos económicos para quienes han sido los causantes de la crisis financiera. El acuerdo busca, sobre todo, calmar a los inversores bursátiles y evitar que esta semana las bolsas vuelvan a caer, como en la anterior. Ya se verá.
En principio, el documento conjunto señala que los estados de la Eurozona pueden «capitalizar los bancos en dificultades, comprando activos que más adelante se podrían revender». También establece un mecanismo para ayudar a obtener fondos del mercado interbancario más acorde con la situación del momento, para ello los gobiernos también podrían prestar dinero. En este caso, el acuerdo fija que esas garantías podrían otorgarse hasta el 21 de diciembre de 2009, más de un año. En este caso, el Eurogrupo advirtió que se deberá evitar «distorsiones del mercado interior», lo que abre la puerta para que se produzcan diferentes intervenciones financieras.
Como Nicolas Sarkozy, presidente del Estado francés, y la canciller alemana, Angela Merkel, decidieron un día antes, el acuerdo atiende a una respuesta global, pero no hay un fondo europeo para atender a la crisis, sino que cada estado, según la necesidad de las entidades financieras, actuará por su cuenta y riesgo. Eso sí, cada vez que vayan a hacerlo, tendrán que comunicarlo a la Unión Europea para que se conozca. En este sentido, Nicolás Sarkozy anunciará hoy, después de un consejo de ministros extraordinario, «un cierto número de medidas en relación con la crisis financiera». Entre las mismas, el presidente francés adelantó «la creación de un dispositivo que permita a las entidades financieras hacerse préstamos a más largo plazo».
Por otro lado, también se espera que el Gobierno alemán haga público el paquete de ayudas para el rescate de la banca. Las primeras estimaciones del mismo podría alcanzar un volumen total de 400.000 millones de euros. De esa cantidad, 300.000 millones serán «para acabar con la desconfianza interbancaria e incentivar el paralizado comercio entre entidades» y el resto «para recapi- talizar bancos», como explicó Otto Frickie, presidente de la comisión presupuestaria en el Parlamento germano.
El texto aprobado en París también invita, por otro lado, al Banco Central Europeo (BCE) a dar «mayores facilidades» para hacer frente a la deuda a corto plazo para garantizar la liquidez del mercado. Considera positivo la rebaja de medio punto en el precio del dinero, porque, a juicio de los responsables de la zona euro, tendrá un efecto positivo en la economía financiera.
«Consejos del G-7»
A juicio del presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, la eurozona necesita ahora «un nivel de coordinación sin precedentes para abordar esta crisis sin precedentes». Por ello, destacó que los jefes de estado y de gobierno «deberían basarse en lo que ha decidido el G-7 este fin de semana para elaborar un plan más detallado a nivel europeo».
El vicepresidente segundo del Gobierno español, Pedro Solbes, descartó desde Washington donde asiste a la reunión anual del Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional que en el Estado español se necesite un plan de urgencia que contemple la compra de acciones de las entidades financieras.
Solbes consideró que en el Estado español «no es necesaria ningún tipo de intervención directa porque las entidades financieras nacionales gozan de una buena solvencia. No necesitamos comprar bancos», subrayó. Suscribió las medidas que de forma conjunta adoptaron los gobiernos internacionales para devolver la confianza a los mercados y recapitalizar los bancos que los necesiten. No obstante, advirtió que la confianza no se podrá restaurar de un día para otro, que la crisis tiene «cuellos de botella» a los que hacer frente y que son de una gravedad que necesitan de la concurrencia de todos los gobiernos de forma coordinada.
Por otro lado, Jaime Caruana, jefe de temas financieros del FMI y ex gobernador del Banco de España, dijo en la cumbre del FMI que la compra de acciones de bancos con dinero público es fundamental para resolver la crisis financiera. «Es clave y es una de las medidas prioritarias», precisó.
El director gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Dominique Strauss-Kahn, advirtió de las crecientes tensiones que viven los sistemas bancarios de las economías emergentes y en desarrollo y afirmó que cuanto más prolongada y grave sea la crisis financiera, más afectados se verán los países pobres. «La crisis ha sido limitada hasta ahora para la mayoría de los sistemas bancarios de las economías emergentes y en desarrollo, pero los signos de tensión siguen aumentando», señaló Strauss-Kahnen su discurso an te el comité del Banco Mundial.
Las ayudas a los bancos para obtener liquidez en el mercado interbancario estarán en vigor hasta el 21 de diciembre de 2009. La crisis, sin duda, va para largo.
Nicolas Sarkozy reunirá a su gobierno en sesión extraordinaria para adoptar medidas para reducir el impacto de la crisis en los bancos, para ello se establecerán garantías para los mercados interbancarios.
El Gobierno británico destinará 44.000 millones de euros para evitar la quiebra de Lloyds TSB, Barclays, HBOS y Royal Bank of Scotland, y se convertirá en el mayor accionista de los dos últimos
Es la mayor maniobra de rescate financiero para salvar a los cuatro mayores bancos, una vez que han solicitado una ayuda urgente de más de 44.000 millones de euros para evitar la quiebra, como confirmó Gordon Brown, tras su encuentro con Nicolas Sarkozy.
Esta decisión sin precedentes convertirá al Gobierno de Brown en el mayor accionista en al menos dos de las cuatro entidades, HBOS y Royal Bank of Scotland. Este último ha visto su valor de mercado desplomarse y necesita e una inyección económica de 15.000 millones . El HBOS, el mayor suministrador de hipotecas del país, hasta 12.500 millones de euros. El Lloyds TSB solicita unos 8.800 millones de euros y el Barclays precisa 3.800 millones de euros.
GARA
Alemania también podría inyectar esa cantidad importante para acabar con la desconfianza interbancaria y para recapitalizar los bancos. Tres de cada cuatro euros tendrán el primer objetivo.
El gobierno noruego y el banco estatal aportan 41.000 millones de euros para ofrecer liquidez a los bancos de ese país nórdico.
La Conferencia Internacional de Economía Política, que se ha desarrollado en Caracas los días 8, 9, 10 y 11 de octubre, ha concluido con una serie de propuestas ante la crisis económica mundial. «El colapso del sistema financiero internacional, los estados del Sur deben hacerse cargo inmediatamente de la custodia de los sistemas bancarios bajo la fórmula de control, intervención o nacionalización sin indemnización, siguiendo el principio de la nueva Constitución de Ecuador», indica. Se trata de «prevenir la fuga de capitales al exterior, la transferencia de fondos de las sucursales de bancos a sus casas matrices y el atascamiento del crédito por parte de los bancos que no prestan los fondos que reciben». También reclaman una regulación financiera «para proteger el ahorro y prevenir movimientos de capitales especulativos».
En el encuentro desarrollado en Venezuela contó con la presencia de académicos e investigadores de Argentina, Australia, Bélgica, Canadá, Chile, China, Corea del Sur, Cuba, Ecuador, Estado español, Estados Unidos, Estado francés, Gran Bretaña, México, Perú, Uruguay y del país anfitrión. Se evaluó la gravedad de la crisis financiera, que se ha extendido al resto del mundo y «puede castigar en forma abrumadora a los pueblos del mundo, en particular a los sectores ya más desprotegidos y postergados». Denuncia «la pretensión de hacer cargar el coste del salvamento financiero al conjunto del sistema mundial, agravando la situación de pobreza, desempleo y explotación de los trabajadores y los pueblos del mundo». Culpan de esta situación al sistema capitalista del que dicen que «la vulnerabilidad de las monedas, los desequilibrios financieros y la grave recesión en ciernes desmienten hoy el mito neoliberal acerca de las bondades de la desregulación de los mercados».
Tras el encuentro, sus intervinientes reconocen que ni el «intervencionismo estatal gigantesco», ni el endeudamiento público «masivo» son alternativas plausibles para la salida de la crisis. «La dinámica actual anima a nuevas rondas de concentración de capital y, de no existir una firme oposición de los pueblos, se enfatizará aún más y de forma perversa la perspectiva de reestructuración de sectores privilegiados». Anuncian que si se mantienen esas tendencias de reestructuración del sistema capitalista «habrá enormes costes productivos y sociales». Por eso, la Conferencia Internacional reclaman «dar prioridad al gasto social y protección de los recursos naturales y productivos de nuestros pueblos y no la de socorrer a los banqueros responsables de la crisis en Estados Unidos y Europa». Reclaman activar las iniciativas del ALBA y el Banco del Sur.
J. BASTERRA