Festival especial 25 aniversario ETB
Reencuentro entre amigos para celebrar más que un aniversario
Las paredes del mítico Atano III fueron testigo de un festival de altura en el que se homenajeó «a todo aquel que haya contribuido de una manera u otra por el bien de los intereses de la pelota».
Koldo AKORDARREMENTERIA | DONOSTIA
ETB vistió de gala el frontón Atano III de Donostia para organizar uno de los festivales más atractivos que se pueden montar a día de hoy. La excusa; la celebración del 25 aniversario de la primera retransmisión de un partido de pelota en esta cadena. Y la estética del festival, espectacularidad ante todo.
Un cuarto de siglo da para mucho: cambios en el material, frontones coloridos, publicidad en todas las esquinas, pelotaris tratados como ídolos... pero todo no ha cambiado. La única manera de mover la pelota sigue siendo arreándole con la mano. Y buscando ese elemento común que cohesiona la pelota de anteayer y la de hoy en día, se celebró una tarde repleta de bonitos momentos. En la presentación del festival las alusiones al pasado, y los comentarios sobre el futuro que llega, tocaron la fibra a más de uno.
Atractivos emparejamientos
Tres partidos se prepararon para el día de ayer; uno de cada modalidad. Parejas, mano a mano y cuatro y medio. En pos de conseguir el disfrute general de los espectadores, las dos empresas intentaron llevar a la cita a los pelotaris más cotizados del momento; a los mayores especialistas de cada modalidad.
En el primer partido -el de parejas- Olaizola I y Begino se enfrentaron a Berasaluze VIII y Laskurain. Pablito, la estrella de este verano, volvió a marcar la diferencia en todo momento, y un parcial de 12-0 mandó al traste las opciones de Olaizola y Begino. El joven berriztarra sigue en un estado de forma increible, con un juego fluido, mucha confianza y finalizando todos los tantos magistralmente. La pareja colorada lo intentó, pero la pegada de Begino se vio desarmada con una defensa impecable de Aritz Laskurain. Aunque la diferencia en el juego fue notable, el resultado final, de 9-22, fue demasiado abultado comparado con lo que se vio sobre la cancha.
El primer partido no fue nada emocionante. Por ello Irujo y Barriola salieron con la intención de contentar a todos los allí presentes. El partido, que se iba a jugar bajo las leyes del manomanista, prometía alta temperatura, pero quizá por la falta de preparación -todos los pelotaris están con la mente en el Cuatro y Medio- el partido quedó deslucido; de nuevo por el desequilibrio en el marcador.
Como manda la ley del mano a mano, ganó el que más pegó y el que menos tuvo que correr. A Irujo se le vio más fino, y a Abel falto de ritmo. Desde el principio el de Ibero salió a por todas, y el resultado de 4-22 es el reflejo del juego que desplegaron.
Espectáculo en el Cuatro y Medio
La esperanza, por tanto, quedaba sobre los hombros de Titín y Oinatz. El campeón del último Cuatro y Medio contra el ganador del último Manomanista. Los protagonistas prometían espectáculo y por fin el juego respondió a las expectativas. Un partido racheado, muy disputado y realmente espectacular. Por fin los espectadores se levantaron de sus asientos para celebrar tantos de muy bella factura. Los dos jugaron muy intensos, siempre con ganas. Pero la balanza fue cayendo poco a poco del lado de Oinatz, que acabó venciendo por 22-20 al siempre peleón de Tricio. Una última reacción del veterano delantero estuvo a punto de darle un disgusto al joven leitzarra.
Y de esta manera finalizó el festival. No fueron los mejores partidos del año, pero por lo menos sirvieron para traer a la mente viejos recuerdos, que a veces no viene nada mal.
Desde Gallastegi hasta Julian Retegi, pasando por Atano X, Papi Ladutx y más. Todos ellos acudieron a disfrutar del magnífico espectáculo que se había organizado en honor a todo el mundo de la pelota a mano. Atano X dijo que este tipo de citas son especiales «porque tienes la oportunidad de coincidir con gente a la que no veías en muchos años».
Los cambios que ha sufrido la pelota en los últimos años fueron un gran tema de conversación. «En nuestras épocas era difícil llegar al rebote», comentaba Beristain entre risas. Juan Inazio Retegi, por su parte, estaba emocionado por el buen ambiente que había, pero todos se lamentaban de los abultados marcadores que se dieron al principio.
Al aurresku de la presentación se le sumó la sorpresa del final. Y es que Panpi Ladutxe, histórico pelotari, puso el broche de oro al festival cuando salió a la cancha a cantar el tema «Zer litzateke Euskal Herria pilotarik gabe?» junto con todos los presentes en el frontón.
En el primer partido del festival estaba previsto que las parejas enfrentadas fueran Berasaluze-Begino, por un lado y Xala-Laskurain por otro. Pero una indisposición del delantero de Lekuine hizo cambiar todos los planes, y al final fue Asier Olaizola quien jugó con Begino.