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Crónica | Cese de vertidos en el vertedero de San Marcos

Cierran la puerta, pero reabren el debate en torno al modelo de gestión

El tono fue cordial y todos los representantes coincidieron en que el cese de vertidos en San Marcos es «un paso importante». No hubo tal concordancia en el modelo a seguir ahora. La Diputación y los representantes de PSE y EA apostaron por la incineradora; los de San Marcos y la alcalde de Pasaia por la recogida puerta a puerta.

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Maider EIZMENDI

Ya hace más de una semana que iniciaron el traslado de los residuos que se depositaban en San Marcos a otros vertederos del territorio, pero representantes de la Diputación, de la Mancomunidad de San Marcos y alcaldes de los ayuntamientos de la zona quisieron escenificar la decisión ante los medios de comunicación, cerrando la puerta de entrada.

Sin embargo, los residuos de la Mancomunidad continuarán llegando al vertedero, concretamente hasta la estación de transferencia situada en la planta, donde se compactarán para salir posteriormente rumbo a los vertederos de Lapatx (Azpeitia), Urteta (Zarautz) y Sasieta (Beasain).

Miembros de la Plataforma por el cierre del vertedero de San Marcos se mostraron disconformes con este hecho: «No podremos considerar que este vertedero ha sido cerrado hasta que deje de venir el último camión de basura, hasta que podamos pasar por esta zona sin que el olor nos repela, hasta que San Marcos sea una zona libre de contaminación». De hecho, estos vecinos de dirigieron al diputado general y le recriminaron que tan sólo quisiesen hacerse la foto.

En el turno de intervenciones de los representantes institucionales quedaron patentes las discrepancias que existen entre ellos en torno al modelo de gestión de residuos. Si bien todos valoraron positivamente el cese de vertidos, las exposiciones se centraron, sobre todo, en la defensa del modelo por el que cada uno de ellos aboga.

Ricardo Ortega, presidente de la Mancomunidad de San Marcos, afirmó que el cese de vertidos supone un gran paso adelante, «pero es obvio que el problema de los residuos no está solucionado, porque la basura que no se vierte aquí se lleva a otros vertederos». Por ello, consideró que es preciso abordar el problema desde la raíz. La solución, a juicio de esta institución, es cambiar el modelo de recogida actual, «para que en el futuro no necesitemos ni vertederos como éste ni la incineradora». En ese aspecto, tendió la mano a la Diputación para que en adelante trabajen juntos a favor de un futuro limpio, saludable y sostenible, «porque nuestra sociedad necesita de soluciones que no provoquen polémicas». El vicepresidente de esta institución, Imanol Azpiroz, calificó la incineradora como «un gran error» y afirmó que, de construirse, condicionará la gestión de residuos durante años.

El Diputado general, Markel Olano, opinó que a día de hoy «los vertederos son los sistemas más contaminantes e insostenibles», por ello, propuso un nuevo modelo que tiene como objetivo el cierre de los vertederos. En ese camino precisó que el reciclaje y el compostaje serán dos de los ejes del sistema, con los que pretenden tratar el 57% de los residuos y que completarán con «la moderna planta de Zubieta».

Olano aprovechó la ocasión y quiso subrayar que «hay una mayoría social y política institucional en el territorio que sustenta la estrategia que estamos llevamos adelante y que ha traído el cierre». En torno a las protestas que ha suscitado el proyecto de la incineradora, aseveró que han mantenido una relación permanente con la ciudadanía y sociedad organizada, para darles la palabra», pero, a su juicio, «hay que tener en cuenta que es la representación institucional en el territorio la que tiene que tomar las decisiones y dar cuenta a la sociedad de todos los pasos que se están dando».

El alcalde de Errenteria, Carlos Merino, y el edil del Ayuntamiento de Donostia Denis Itxaso también se posicionaron a favor de la planta, una incineradora que, según incidió el representante donostiarra, se trata de una infraestructura «que se construirá por mutuo acuerdo de las instituciones implicadas en el entorno de Zubieta». Pero alertó que «no se trata de que el sufrimiento que han tenido que padecer los vecinos de esta zona lo vengan a padecer ahora otros vecinos».

La alcaldesa de Pasaia, Maider Ziganda, incidió en este aspecto y afirmó que lo que no se puede hacer es cerrar una planta, «porque es muy contaminante» y querer construir otra planta «que aún será más contaminante». Por ello, abogó por que el sistema de recogida puerta a puerta, que hoy se presentará para la localidad de Usurbil, se generalice.

 

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