En los últimos años las manifestaciones contra esta central nuclear han estado convocadas por la Iniciativa por el cierre de Garoña, pero en esta ocasión Eguzki ha asumido la convocatoria en solitario.

En nombre de esta asociación ecologista, Alberto Frías recordó ayer que la última prórroga concedida por el Ministerio de Industria y Energía del Gobierno español para que siga funcionando la central de Garoña concluye en junio de 2009, y que desde el año 2004 el PSOE ha incluido en su programa electoral el compromiso de cerrar las centrales nucleares de primera generación.

«Desgraciadamente -afirmó-, la central que en estos momentos cuenta con mayor repudio en el mundo es la única que sigue abierta. Es una central de primera generación, con tecnología de los años 60 y problemas estructurales graves que no tienen arreglo».

En este sentido, recordó que las cuatro veces que Garoña ha permanecido parada por avería el pasado verano reflejan las características técnicas de «esta vetusta instalación».

Frías también criticó al Gobierno español por pretender escudarse en el informe técnico que tiene que emitir el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) respecto a la continuidad o no de Garoña, informe que se emitiría en los meses de abril-mayo.

«Si bien entra dentro de la tramitación, en ningún caso ese informe es decisivo. No estamos ante una decisión exclusivamente técnica, porque estudios técnicos hay de sobra para paralizar esta central, sino que se trata de una decisión política», señaló el portavoz de Eguzki.

Respecto a la petición de Nuclenor, controlada al 50% por las multinacionales eléctricas Iberdrola y Endesa, de prorrogar diez años más la explotación de Garoña, Frías la calificó de pretensión «inconcebible», tras recordar que en junio de 2009 se cumplirían 39 años de funcionamiento de una instalación que fue diseñada para 25 años.

Buzoneo en la zona afectada

En lo que respecta a la convocatoria para el día 1 de noviembre, Frías indicó que Eguzki aspira a que sea «la mayor manifestación de la historia» contra la central de Garoña. Previamente esta organización ecologista realizará un buzoneo generalizado en toda la zona de afección de la central para dar a conocer su valoración y también todas las características técnicas de esta instalación.

Por otro lado, Frías recordó que la Iniciativa por el cierre de Garoña reunió en su seno a todas las centrales sindicales, colectivos sociales y vecinales de Gasteiz y fuerzas políticas, con excepción del PP y el PSOE, «que se quedaron en absoluta soledad». También recordó que el pasado año diferentes comités de empresa que representaban a más de 120.000 trabajadores de Araba firmaron la petición de cierre de Garoña, y que prácticamente todas las instituciones políticas han suscrito la misma petición, «fruto de la presión popular».

«La declaración de intenciones es positiva, pero en la práctica estas instituciones no están desarrollando todos los medios que tienen para hacer realidad ese cierre», constató Frías.

Por último, anunció que Eguzki presentará un manifiesto que recoja todos los apoyos a la manifestación del 1 de noviembre.