El conservador Stephen Harper protagonizó el domingo su última ofensiva electoral en Quebec, donde su partido ha perdido gran parte de su peso frente a los independentistas. En los comicios de 2006, los conservadores consiguieron una subida espectacular en este territorio, en particular, en la ciudad de Quebec, en detrimento del movimiento independentista.

Es por ello que Harper eligió la capital quebequés para iniciar y cerrar su campaña el 7 de setiembre con la esperanza de incrementar sus apoyos.

Al principio, las encuestas estuvieron a su favor, ya que le daban la mayoría de los escaños de la Cámara de los Comunes y le auguraban un nuevo éxito en el territorio de Quebec.

Pero, según la encuesta publicada el pasado sábado en el periódico «Le Presse», el Bloque Quebequés, de Gilles Duceppe, saca una clara ventaja en intención de voto a los conservadores (un 42% contra un 20%).

Para evitar más contratiempos y meteduras de pata, en las últimas horas de campaña Harper no dio ninguna rueda de prensa ni respondió a las preguntas de los periodistas que le acompañaban. Gran parte de la pérdida de confianza del electorado de Quebec se debe a sus ataques contra el mundo de la cultura.

Harper, «satélite de Bush»

Por su parte, Gilles Duceppe centró su campaña en el «peligro» de conceder un mandato mayoritario a Harper, de quien dijo que es «un satélite» de George W. Bush y partidario de dar rienda suelta a la economía.

Le acusó también de estar «a sueldo» de las petroleras de Alberta, al oeste del país. En esta provincia se encuentran las segundas reservas de petróleo por detrás de Arabia Saudí.

A lo largo de la campaña también denunció las intenciones de los conservadores de suprimir las subvenciones a la cultura y su promesa de imponer la cadena perpetua a adolescentes a partir de los 14 años si cometen «graves delitos». Harper contraatacó el domingo en Quebec con el mayor acto realizado hasta ese momento. Hizo una entrada triunfal en su vehículo a ritmo de rock y bajo los gritos de apoyo de sus partidarios.

«El jefe del Bloque dice que porque soy de Alberta trabajo para las petroleras. ¡Es como decir que todos los de Quebec son productores jarabe de arce!», ironizó. Se trata de un producto muy típico de Quebec.

Tanto unos como otros llamaron a los ciudadanos a ejercer su derecho al voto en estas elecciones anticipadas y cuyos resultados también podrían estar marcados por la crisis mundial.