Fernando Borja Ulibarri, edil del PSE de Iurreta, quedó ayer en libertad tras comparecer ante el juez. El edil está acusado de intentar una agresión sexual contra su escolta, que solicitó ayuda al segundo guardaespaldas y éste dio aviso a la Ertzaintza, según informaron fuentes policiales. La escolta ha denunciado que «intentó besarla en estado de embriaguez», y que después se produjo «un forcejeo» entre el edil y el segundo escolta.

El edil de Iurreta, una vez quedar en libertad, volvió a comisaría, donde interpuso una denuncia contra el segundo escol- ta por agresiones. Posteriormente, en declaraciones a la agencia Efe, Ulibarri aseguró que se trata de «un montaje» y argumentó que los escoltas «se encontraban molestos porque no habían comido al mediodía» y también porque «le guardaban resquemor por haber denunciado a sus anteriores compañeros por dejación en sus funciones».

Bebió en el cuartel

En las mismas declaraciones, Ulibarri aseguró que «no es un hombre de beber», y explicó en detalle lo que hizo durante el domingo, cuando se produjeron los hechos denunciados. Así, el edil explicó que «había acudido a la fiesta de El Pilar en el cuartel de Durango, donde bebió dos vasos pequeños de vino, y que posteriormente acudió a la sede de PSE en Zaldibar, donde tomó un café y un pacharán». Según su relato, cuando por la tarde llegó al portal de su casa, el hombre que le acompañaba como escolta le comunicó que «había telefoneado a la Ertzaintza para hacerle partícipe de que se encontraba en estado de embriaguez y de que portaba un arma». Según explicó, en ese momento intentó irse y fue agredido por el escolta, que le propinó «cuatro puñetazos».

El Hospital de Galdakao emitió un parte médico referido a Ulibarri, que pasó por el centro tras su detención. En él constan «traumatismos en la cara, con un hematoma en el maxilar izquierdo y peribucal, y heridas en ambos labios», y recoge también que el concejal cayó de espaldas contra una pared.