La primera reacción del PP tras saber que UPN se abstendría en la votación de los presupuestos estatales fue anunciar la apertura de un periodo de reflexión sobre su relación con este partido. Pero tras las presiones mediáticas que definen la decisión de su socio navarro como «traición», el Comité Ejecutivo Nacional aprobó ayer un acuerdo más contundente, que declara que «la falta de apoyo a la enmienda a la totalidad presentada por el PP a los presupuestos generales del Estado supondría que UPN actúa claramente en contra del acuerdo y provocaría su ruptura unilateral».

El documento matiza que esta quiebra del acuerdo de 1991 «se produciría sin necesidad de denuncia previa a través de los hechos consumados». La letra del pacto obliga a que el partido que quiera rescindirlo lo lleve a sus órganos internos y lo apruebe con dos tercios de los votos.

Pese a que la votación de las tesis de Sanz ofreció un resultado abrumador, el PP insiste en que «todavía hay tiempo para que UPN reconsidere su decisión, toda vez que la materialización del acuerdo del Consejo Político se debe realizar en la votación que tendrá lugar en el debate de presupuestos en el Congreso de los Diputados».

Dudas en Cervera

Esta definición mantiene las dudas sobre qué haría el PP en el caso de que uno o los dos diputados navarros no se atengan a lo decidido por el Consejo Político. El número uno, Santiago Cervera, se lo está pensando. El dos, Carlos Salvador, pese a no compartir las tesis de Miguel Sanz, afirmó el sábado que la acatará. En el Senado podría repetirse algo similar, porque dos de los tres representantes de UPN -José Cruz Pérez Lapazarán y José Ignacio Palacios- votaron en contra de la abstención presupuestaria.

Todas las miradas se centran sobre Cervera, cuyo eventual desmarque podría dar al PP una excusa para mantener el pacto. El revuelo es tal que, tras aparecer algunas filtraciones, el ex consejero de Sanidad del Gobierno navarro salió a la palestra para negar que tenga decidido alinearse con el PP. Se lo si- gue pensando y se limita a exponer que «estaré a la altura de lo que se espera de mí».

En cualquier caso, si Cervera se desmarcara de las tesis aprobadas por UPN el conflicto se reproduciría inmediatamente, ya que Sanz ha dejado muy claro que en ese caso actuarían los órganos disciplinarios.

Salvador, por su parte, insistió en que se abstendrá en la enmienda del PP, aunque defendió también que en los días que quedan se multipliquen los contactos entre UPN y PP para «no provocar una división que nadie desea». Sin embargo, todo el mundo es consciente de que Sanz y Rajoy ya han mantenido varias reuniones privadas sin lograr ningún acercamiento.

Salvador, que discrepaba inicialmente de la abstención, no sólo acata esta posición, sino que afirma ahora que se siente en la «obligación moral» de «hacer pedagogía» ante el PP para que les entiendan. Haciendo suyas las consideraciones de Sanz, el diputado dijo ayer que «Navarra es un paciente distinto del resto, por lo que requiere un tratamiento distinto».

Debate técnico

Mientras tanto, una vez impuestas sus tesis políticas Sanz trata ahora de encerrar la cuestión en un ámbito técnico: si el pacto bilateral concede a UPN capacidad de desmarcarse o no.

«Dicen que les hemos traicionado, pero es sencillamente falso -afirmó en la Cadena Ser-. Estamos dispuestos a llevar la interpretación del acuerdo electoral a cualquier despacho de expertos en Derecho Administrativo o Derecho Constitucional y demostrar que existe amparo dentro del acuerdo».

Pese a que el contenido del pacto de 1991 es claro en el sentido de dejar estas decisiones de ámbito estatal en manos del PP, Sanz se aferra a un artículo del último acuerdo preelectoral para conformar la coalición. Al parecer, en su momento ya le suscitó suspicacias a Rajoy. Y visto el desarrollo de los hechos, parece probable pensar que Sanz lo incluyó ya con este objetivo.

El presidente navarro y de UPN, por lo demás, incidió en que «aquí, la línea divisoria no se sitúa entre socialistas y populares, sino entre constitucionalistas y nacionalistas, y quien no entiende eso es que no entiende nada en Navarra». Una frase que ya pronunció en la noche del viernes, tras el Consejo Político.

En su opinión, el actual acuerdo entre UPN y PSOE, iniciado en Nafarroa y ampliado ahora al parecer a Madrid, constituye «el fruto de la corresponsabilidad y de la lógica».