Salvar la Tierra a golpe de talonario
Acaso este otoño de 2008 pase a la historia como el de la gran crisis del neoliberalismo; está por ver. Lo que no admite duda es que cada hoja que se desprende del calendario arrastra consigo un nuevo mito de la rigurosa doctrina de mercado que ha dirigido el mundo en los últimos años y que están comenzando a agotarse los superlativos a la hora de calificar cada nueva caída de las bolsas, cada nueva inyección de liquidez o cada nueva nacionalización al rescate de entidades financieras al borde del abismo. Este contexto de crisis profunda, a la que nadie se atreve a poner fecha de caducidad, amenaza con llevarse por delante algunos valores asociados a la ecología global que, aun sin haberse consolidado, sí habían logrado ganar la batalla de la opinión pública.
Es el caso de la lucha contra el calentamiento global y el cambio climático, que en la actual coyuntura se enfrenta a un futuro incierto, toda vez que depende de un modelo de desarrollo económico sostenible que las urgencias de la crisis amenazan con relegar, al menos temporalmente, a un segundo plano. Y aunque hay mar picada para quienes navegan en defensa del futuro del planeta, Al Gore sobrevuela las olas en su jet privado, aterriza en los auditorios más exclusivos y se deja querer por los líderes mundiales que buscan retratarse con el flamante premio Nobel. Ayer, el ex vicepresidente del Gobierno de los Estados Unidos ofreció en Bilbo, presentado por el lehendakari Ibarretxe y con una audiencia muy restringida, una conferencia con el sugerente título de «Ponencia en verde: estrategia económica para el siglo XXI». Sobre su contenido y sus formas se habla hoy extensamente en las páginas de este periódico.
Los organizadores del evento rehusaron desvelar a cuánto han ascendido los emolumentos de Al Gore -sintomática negativa-, pero se sabe que su caché ronda los 200.000 euros. Por ese precio, habló a los empresarios vascos de que la economía sostenible es una garantía para el futuro del planeta y que también con ella se puede hacer negocio. Y predica con el ejemplo.