Cumbre en Bruselas
Miedo a la cruda recesión
Alberto CASTRO Analista bursátil
Los mercados de renta variable siguen sin recibir suficiente viento en sus velas para poner rumbo a las ganancias. Ni los planes de rescate financiero, donde a los bancos se les ha dado todo y siempre más de lo que merecían, ni el esperado cambio en las estructuras financieras mundiales que reclaman los países europeos, tienen fuerza para recuperar la confianza de los inversores. En el horizonte próximo, además, se yergue la punta del enorme iceberg de la recesión, al que nos dirigimos sin ninguna capacidad de maniobra para esquivarlo. De este modo, no se hace extraño que las bolsas protagonizaran ayer un nuevo batacazo, el enésimo en estos dos meses de locura, que nos devuelve a la cruda realidad de los datos macroeconómicos negativos y la debilidad de los resultados empresariales. Para superar la situación vamos a necesitar, además de los planes de la UE para relanzar la economía, más recortes en los tipos de interés y una amplia verificación de que la liquidez vuelve a fluir en los mercados.