Uno de los temas de actualidad es hablar sobre la crisis económica y las maravillosas medidas que la Unión Europea ha pactado y los posibles acuerdos que se tomen con Estados Unidos, incluyendo las diferentes tramas y trampas que vayan a realizar con ciertos países que les puedan brindar diferentes beneficios económicos, como podría ser México o Brasil, o tal vez China o cualquier otro país que a pesar de no ser de la Unión europea tenga algo que ofrecer, por ejemplo, petróleo o cualquier otra riqueza natural o empresarial.

Se habla de medidas urgentes contra la crisis, pero por supuesto contra cualquier tipo de crisis que tengan los bancos, en ningún momento se está tratando de evitar o solucionar la crisis económica de los ciudadanos, amas de casa, pensionistas, parados, jóvenes, familias numerosas o quienes se queden sin trabajo, puesto que los únicos que interesan son los grandes monopolios, por los que hay que depositar a las urnas europeas el equivalente a 3.000 euros por ciudadano, para que los poderosos no corran riesgos o peligro alguno de irse a la quiebra, y como no soy especialista en economía, a pesar de saber de crisis económica familiar, de paro, de malabarismos económicos que hacemos las familias numerosas y monoparentales, o amas de casa, a pesar de saber mucho de eso, no me considero apta para hablar de economía, por lo que mejor hablaré de temas de los que me considero mejor preparada profesionalmente, por ejemplo de crisis y catarsis emocional o de mis dotes de vidente, que más bien son deducciones profesionales terapéuticas con ciertos conocimientos de psicología social, los que me llevan a creer que a partir de ahora, entre nosotros ciudadanos de pie, habrá más estrés, depresiones, nerviosismo, ansiedad, suicidios, más descontrol de nuestro tan difícil equilibrio emocional y en términos generales crisis y violencia social.

También aumentará la inseguridad en las calles, la delincuencia juvenil, los atracos, la violencia de género, despidos, cierres de empresas, huelgas y un descontento social generalizado. A gran escala aumentará también el número de pobres en el mundo, la inflación afectará a varios países, tendremos más guerras inventadas y, en una palabra, habrá muchas personas tocando fondo y al límite a menos que se nos ocurra organizarnos y exigir a los representantes políticos que se dejen de tanta demagogias e hipocresías políticas y que se pongan realmente a resolver nuestros problemas y no los problemas de los que se adueñan del dinero público, de aquellos que tienen el poder político y económico.

Seguramente podrán encontrar mejores soluciones si se consulta y se toma en cuenta el análisis y las propuestas de los verdaderamente afectados, si nos consultan a nosotros: clase trabajadora asalariada y no asalariada, explotada e ignorada, los verdaderamente afectados por esta crisis, que en lugar de llamarse crisis económica, sería más correcto llamarle crisis existencial y neuronal de los mal llamados representantes políticos.