En un acto convocado por el comité de Hijos Juan de Garay, de Oñati, dedicada a la fabricación de tubos metálicos, varios cientos de personas se concentraron ayer ante la empresa para protestar por la muerte del trabajador Mikel Celaya Yarza, de 37 años de edad, en un accidente ocurrida el pasado sábado.

El empleado, conocido como Pintxe, fue evacuado de urgencia al Hospital de Cruces, donde falleció a consecuencia de las lesiones sufridas tras quedar atrapado por una máquina, de la que tuvo que ser liberado por los bomberos.

El presidente del comité de la compañía, Mikel Olea, de ELA, recordó que el del sábado es el segundo siniestro mortal que se registra en esta empresa en el último año y medio, después de que en marzo de 2007 falleciera un empleado de 42 años.

«Presiones de producción»

Olea afirmó, además, que ambas muertes son «el resultado de las presiones de producción» que reciben los trabajadores de esta empresa y que «provocan inseguridad».

El sindicato LAB, por su parte, además de apoyar la concentración de ayer del comité de empresa, tenía prevista una concentración en la plaza de Oñati para las 19.00 horas, junto a diferentes actores sociales.

Con el accidente laboral del sábado, son ya 84 las personas que han perdido la vida en su puesto de trabajo durante este año en Euskal Herria.