Familiares de víctimas del franquismo de Debagoiena reclaman verdad y justicia
«Dar los pasos necesario para denunciar los sucesos ocurridos en 1936» es la intencion de los familiares de los fusilados y desaparecidos de Debagoiena. Como recordaron ayer, como víctimas del franquismo «tienen derecho a la verdad, la justicia y la compensación».GARA |
Ayer recordaron en Arrasate a las víctimas del franquismo de Debagoiena, 72 años después de los primeros fusilamientos que vivieron en la comarca, frente al monolito levantada en su memoria. En esta comarca, entre fusilados y desaparecidos, son 118 las personas que detuvieron y mataron tras el golpe de estado fascista, algunos en el mismo lugar donde los apresaron, y otros después de «someterse a juicios falsos». 68 de ellos eran civiles, y los demás milicianos.
En un comunicado que leyó Julia Monge, acompañado porJuan Ramon Garai, ambos miembros de Debagoieneko Fusilatu eta Senitarteko eta Lagunen Batzordea e Intxorta 1937 Kultur Elkartea, informaron de su intención de «dar los pasos necesarios para denunciar los sucesos ocurridos entre los meses de setiembre y noviembre del año 1936. Entre ellos, detenciones y desapariciones sufridos por casi setenta personas de Arrasate, Aretxabaleta, Eskoriatza, Gatzaga, Oñati y Bergara». En el acto denunciaron que «no tenemos ninguna información oficial sobre nuestros familiares, y no sabemos dónde están sus cuerpos».
Monge afirmó que son conscientes de que «después de tanto tiempo será imposible saber quienes fueron los asesinos directos y los autores intelectuales de cada crimen, pero quizás será posible aclarar lo ocurrido en aquellos asesinatos». Hizo hincapié en que «desde el momento en que se convirtieron víctimas del franquismo, tienen derecho a la verdad, a la justicia y a la compensación».
Entre otras medidas, pidieron a los ayuntamientos de la comarca que «protejan su iniciativa y que aporten ayudas tanto económicas como materiales para cubrir los gastos que pueden surgir».
Bergara lo anuló
En plena dictadura, en Bergara en el año 1939, o en Arrasate diez años después, Francisco Franco fué nombrado «alcalde honorario de la villa». Según informaron, también concediron el mismo título los Ayuntamientos de Aretxabaleta y Oñati. Después de 33 años de la muerte del dictador «no hay excusas para no deshacer este nombramiento», valoró Monge. El Ayuntamiento de Bergara deshizo el nombramiento de alcalde honorario en el año 2003, pero en el resto aún no se ha procedido a ello.
Siete décadas después, aún «no tenemos ninguna información oficial sobre nuestros familiares, y no sabemos dónde están sus cuerpos», denunciaron.