PÁGINA/12 | Oscar Guisoni 2008/10/23
Furia española en la Bolsa de Madrid
Ayer fue otro día negro para las Bolsas europeas, que se desplomaron en promedio alrededor del 5 por ciento. Pero mucho más lo fue para la bolsa de Madrid, que retrocedió 8,2 por ciento, la segunda peor caída del año. Analistas bursátiles explicaron que esa mayor caída tuvo su origen en la decisión de la administración de Cristina Fernández de Kirchner de poner fin al negocio de las AFJP. Esa medida tomó por sorpresa al gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, que ayer guardó silencio con respecto a esa iniciativa. (...)
La jornada en el recinto madrileño amaneció teñida de los peores rumores que llegaban de Buenos Aires y que en su momento de apogeo rozaron el absurdo, como que después de esa estatización el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner se disponía también a apropiarse de Repsol YPF y de los negocios que mantiene en el país la empresa Telefónica. De poco sirvió que a última hora de la tarde se supiera que el ministro de Planificación, Julio De Vido, había salido a tranquilizar los mercados afirmando que en Argentina «las empresas tienen seguridad jurídica». (...)
Pero el factor más importante a la hora de provocar la caída del IBEX 35, el índice de referencia del parqué madrileño fue la histeria que atrapó a los corredores y a los medios de comunicación, que lanzaron interpretaciones de lo más disparatadas. La cadena Cuatro y CNN España no dudaron incluso en afirmar que Argentina podría estar a punto de entrar en bancarrota, al no poder hacer frente su gobierno a sus obligaciones financieras internacionales, como ocurrió en 2001. Según el analista bursátil Ignacio Cantos, de Atlas Capital, la eliminación de las AFJP «no tiene un impacto directo en las empresas españolas», por lo cual la caída de la Bolsa madrileña se debe más al miedo que a un efecto real en las cuentas de las empresas. Hasta hace unas semanas analistas y operadores bursátiles españoles estaban convencidos de que la crisis no iba a golpear a países emergentes como Brasil y Argentina, ya que se los creía protegidos de las inclemencias financieras por la menor exposición de sus economías a los activos tóxicos vinculados con las hipotecas basura norteamericanas. (...)