Dentro del trekking de ocho miles que debe superar el Athletic a lo largo de estas semanas, quizás la de hoy se pueda considerar como la etapa más complicada, no sólo porque el Real Madrid sea el vigente campeón liguero, sino también porque se juega en su estadio y los rojiblancos, junto al Valladolid, son el conjunto que menos goles ha conseguido anotar fuera de casa, uno sólo.

Claro que la situación de los rojiblancos no está para excusas estadísticas y una nueva derrota en el Santiago Bernabéu, dependiendo de los resultados de otros equipos en la parte baja de la tabla, les ubicaría en puestos de descenso, a la espera de la visita de otro de los gallitos de la Liga, el Villarreal, el próximo sábado. Un panorama para nada alentador y que necesita de un viraje en redondo.

Para intentar la victoria o rascar algo, cuando menos, en el estadio madrileño, Caparrós vuelve a confiar prácticamente en el mismo bloque que se midió sin complejos al Barcelona, aunque sin la dosis de suerte suficiente. La mayor novedad radica en la convocatoria, de la que se cayó Javi Martínez, aquejado por una artritis en su empeine izquierdo, y en la que entran Casas y Muñoz.

El Athletic podría pescar en río revuelto -unas declaraciones de Sergio Ramos sobre el sistema de juego de Schuster desataron la polémica- y comerse un sabroso merengue en la misma cima del Himalaya.