Tres personas se sentarán en el banquillo este martes por la denuncia de agresión formulada por Batzarre tras un incidente de madrugada en el que se vio envuelto su parlamentario Joseba Eceolaza. En vísperas de la vista oral, la acusación -ejercida por esta formación política- ha remitido un escrito a la jueza en la que señala a una tercera persona en lugar de a Ion Auza, al que se implicó en la acción desde el primer momento pese a que ha justifi- cado con testigos que no estaba presente en el bar en que se produjo la riña.

El nuevo imputado es un hermano de Ion Auza, que al parecer se sentará por tanto también en el banquillo junto a éste y a Alberto Pío, el otro joven que fue denunciado por Batzarre desde el inicio del proceso.

Esta modificación de última hora en la identificación de los supuestos agresores pone colofón a un proceso repleto de contrasentidos. Para empezar, Alberto Pío niega que agrediera a Eceolaza y asegura que él sí recibió varios golpes. Junto a ello, mientras el movimiento pro-amnistía calificó desde el inicio el incidente como «riña de bar» -ocurrió a las 5.00 de a madrugada-, Batzarre ha hablado de «matonismo político» y ha esgrimido que Eceolaza fue agredido por su condición de parlamentario, lo que abría la puerta a condenas de cuatro a seis años de prisión por «atentado a la autoridad».

La Fiscalía no dio por buena esta tesis al calificar los hechos como falta, no como delito. Batzarre aceptó finalmente que el caso se juzgue como tal. Ahora, ni siquiera se sabe a quién se imputará.