El frontón Gernika Jai Alai registró ayer una de las mejores entradas de la temporada para poder ver in situ la final del Mundial (Master Jai) entre Luis- Irastorza y Zelaia-Enbil que prometía mucho juego.

Se esperaba un partido con muchas alternativas en el marcador, pero al final un contundente 35-20 premió a la pareja más regular del campeonato. De esta manera los colorados han completado un perfecto campeonato en el que han ganado los cinco encuentros con una autoridad inusitada.

Desde el inicio se vio que los Zelaia y Enbil no estaban del todo finos. Por ello no es de extrañar que los colorados; basándose en un espectacular juego de Luis, hicieran brecha desde los compases iniciales, en los que sellaron sendos parciales de 9-3 y 12-5.

En la fase central del duelo, Zelaia y Enbil se centraron y es ahí donde mostraron su mejor juego. Gotzon fue poco a poco mostrándose más seguro y Alejandro firmó cuatro espectaculares dos paredes que hicieron creer a más de uno en una posible remontada. Algo que no llegó a producirse.

Luis e Irastorza volvieron a usar su habitual mano de hierro y abortaron cualquier atisbo de remontada que propusieran los rivales, que no pudieron pasar de los 20 tantos.

Goikoetxea y Mugartegi, terceros

El partido que enfrentaba a Goikoetxea y Mugartegi contra Olha y Alliez para hacerse con el bronce fue mucho más igualado que la gran final. La contienda contó con unos primeros tantos muy peloteados. Los delanteros mostraron una gran calidad con remates de bella factura, mientras los zagueros daban grandes muestras de seguridad. 9-12, 11-13, 25-24... ninguna pareja conseguía hacerse con una buena renta. Pero al final los colorados, gracias a un gran esfuerzo y una pizca de suerte, consiguieron llevarse la victoria dejando el marcador en un ajustado 35-33.

Los mejores frente a frente

Bereikua y López jugarán hoy en Markina a partir de las 17.00 uno de los partidos más espectaculares que se pueden ver a día de hoy. Las dos estrellas máximas del Jai-Alive se verán las caras en un encuetro con mucho sabor a revancha, en el que la espectacularidad está más que asegurada.