El 6 de octubre, al margen de la entrevista publicada en GARA, este periodista le preguntaba a Luis María Antoñana si admitía la hipótesis de que Iñaki Badiola mentía y que ser portavoz del club le permitía y obligaba a no tener que colocarse en la tesitura de creer a uno o a otro, sino que debía acceder a documentos para conocer y difundir la verdad.

Se comprometía a comprobar el pago de 90.250 euros al Real Unión, que lo niega rotundamente, la comisión por Xabi Prieto que el presidente cifró en la Junta en la mitad de los 700.000 euros que se pagaron y los supuestos préstamos realizados por Lighthouse después de que en una entrevista Antoñana asegurara que ascendían a 3,3 millones. Tras veinte días sin respuesta, la pasada semana también anunciaba en una radio que pensaba publicar en la web datos para justificar el destino de los 820.000 euros de la Diputación que debían ir a los clubes convenidos. Además sostenía que con decir un día y unos asistentes a una reunión se prueba que existe. ¿Si alguien dice que Bush, Blair y Badiola se reunieron quince días antes de la invasión de Irak en la Casa Blanca es una prueba?

Hay cosas en las que hay que creer a uno o a otro, pero cuando se habla de pagos a través de una entidad bancaria se debe presentar el justificante y dejar de engañar con unos pagarés que no son más que un mísero papel si no hay dinero para cobrarlos. A Cermeño no se le abonó con pagarés su millón en 21 días tras recibir el dinero de Diputación que debía ir a los clubes...

Y podría justificar los 3,3 millones. Él y sus consejeros deben aportar documentos que avalen lo que se publicó tras el té chino de julio. Entonces Badiola dijo que «el préstamo lo pedimos en un banco americano, porque es donde la empresa tiene guardado su dinero. Hemos dado dos líneas de financiación: la primera de 2.200.000 euros: 1,8 para fichajes y 0,4 para pagar el due diligence. Está explicitado en la financiación, en el contrato de préstamo de fecha 23 de enero. Ésa ya está agotada. El 16 de marzo pusimos 2.217.000 euros, cantidad que está parcialmente dispuesta, porque no ha sido necesario gastar todo. El 4 de mayo supimos que no íbamos a recuperar nunca nuestros préstamos. Es imposible que nos lo devuelva, aún así le dimos otra línea de financiación». ¡Qué imaginación!

El 16 de marzo era domingo, como lo era el día de abril en el que se le ocurrió en la Junta datar ese segundo ingreso invisible, que no ven ni los de Ernst&Young cuando a 31 de marzo presentan un balance de situación en el que sólo aparecen los 2,2 millones. Y ni Badiola lo sabía en mayo cuando en Localia cifró en esa cantidad su aportación... También en este caso tiene que haber justificantes de ingresos y contratos. Sería bueno que se hicieran públicos para que la gente conozca la realidad. Porque Badiola no lo va a hacer, pero Antoñana y sus consejeros deben presentar los documentos o la dimisión, porque están mintiendo a la afición.

Una persona importante en el deporte donostiarra y significativa en el entorno de la Real contaba cómo quedó maravillado con lo que le decía Badiola al proponerle que entrara como consejero. Sólo le pidió que presentara documentación para comprobar que todo lo que le decía era cierto... No volvió a llamarle.