Drama
Dice Iñigo Urkullu (presidente del PNV) que no hay que dramatizar el escandaloso desprecio del Estado español (revestido de toga constitucional) a la voluntad expresada por el parlamento de tres provincias vascas. Tiene razón, sin duda. Y es que a Urkullu, por razón del cargo, ya le han puesto en antecedentes de la hipoteca que pesa sobre la autonomía vascongada. Pactaron así y éste es el pago de la hipoteca. Que nadie se llame a engaño.
OLASO