Las bolsas siguen bajando a un ritmo acelerado. Hasta ahora, las medidas de apoyo al sector financiero han caído en saco roto si hablamos de generar confianza y nadie se atreve a vaticinar en qué niveles se encuentran los suelos de los principales índices mundiales. Ayer, por ejemplo, los inversores se desayunaron con nuevos desastres en Asia, donde el índice Hang Seng se hundió más de un 12%. El resto de indicadores selectivos de la región tuvo también cierres muy negativos. En Europa, las malas noticias tuvieron su papel en el enésimo varapalo bursátil. Para empezar, el índice IFO de confianza empresarial en Alemania cayó por quinto mes consecutivo a su nivel más bajo en cinco años. También hubo rumores sobre peticiones de dinero de las aseguradoras a los gobiernos europeos para huir de la quiebra y referencias empresariales muy intimidantes. Frente a esta nueva avalancha de decepciones, sólo se contó con la más que posible bajada de los tipos de interés a ambos lados del Atlántico. El Ibex perdió un 4,11%. En el intradía tocó los 7.737 puntos, pero pudo alcanzar los 8.009,90 puntos al cierre. Del resto de los europeos, sobresalió la subida de Francfort (+0,91%), que se apoyó en el salto descomunal de Volkswagen (+146,62%). París (-3,96%) y Londres (-0,79%) no escaparon del rojo. Por valores del Ibex, se significaron Abengoa (-9,18%), Técnicas Reunidas (-9,07%) y Criteria (-8,90%). Hoy se prestará atención a las cuentas del Santander (-3,91%); y mañana, a las de BBVA (-4,51%). En el CAC 40, el peor fue Société Générale (-15,56%), mientras que Essilor (+5,40%) registró el mejor balance.