Desde que llegó al Athletic, una de las grandes obsesiones de Joaquín Caparrós ha sido convertir a los leones en un equipo fuerte en lo defensivo. En eso centró buena parte de sus esfuerzos la pasada campaña, en detrimento del juego ofensivo. El equipo apenas sumó 40 goles frente a los 43 que encajó, aunque cuatro de ellos fueron en el partido final de Sevilla. Esos números supusieron una reducción de 19 tantos en contra respecto a la campaña 2006-2007.

Sin embargo, este curso las cosas han cambiado. El conjunto rojiblanco ha anotado seis tantos en ocho jornadas y ha recibido 13. La gran mayoría de ellos en graves errores defensivos que están lastrando a un equipo que, para más inri, tiene muy poco gol. Buena parte de los tantos encajados, por no decir la inmensa mayoría, en los envites ante Almería, Recreativo, Sevilla, Barcelona y Madrid han sido consecuencia de fallos cometidos por el equipo vizcaino. Tan sólo el golazo de Casquero en San Mamés tiene excusa.

La temporada pasada, determinados medios y la necesidad de proyectar ilusión a una masa social desencantada por dos años sufridos, que puede que tengan continuación, se habló mucho del buen hacer de los centrales. El crecimiento de Fernando Amorebieta, que completó una buena temporada, fue más que notorio.

Ahora, el de Iurreta sigue siendo igual de buen central que hace ocho meses. Sus cualidades y defectos son los mismos. Por tanto, la tranquilidad y la normalidad han de ser las notas dominantes a la hora de asumir que sus actuaciones están siendo merecedoras de un descansito. Más allá del obligado por la dura e innecesaria entrada que cometió sobre Higuaín ante los ojos del árbitro.

Junto a Aitor Ocio forma una de las parejas de centrales más caras de la Liga y es hora de exigirles más a ambos. El alavés no rehúye la autocrítica y eso es positivo en un futbolista que es consciente de que se le mira con lupa en todas sus actuaciones. El ser un fijo contra viento y marea tampoco le ha ayudado.

Ustaritz es el tercero de a bordo. El de Abadiño no ha disputado un solo partido como central de no haber mediado sanciones o lesiones de los titulares. Jugó en banda frente a Espanyol o Real Madrid y muchos ponen los problemas físicos que en ocasiones padece como excusa para justificar su ausencia, pero la realidad es que ha estado disponible en la mayoría de envites.

Orbaiz, molesto

El choque ante el Real Madrid sigue dando que hablar. Ayer, Pablo Orbaiz fue claro y al hilo de las declaraciones de Mijatovic declaró que «Siempre estamos con la misma historia y así va a ser. Parece que esto se juega para ver qué hacen dos equipos y el resto estamos de comparsa».