El museo Guggenheim Bilbao inauguró ayer una gran exposición dedicada a Cy Twombly, compuesta de una selección de casi 100 obras del artista estadounidense, entre pinturas, esculturas y dibujos. Comisionada por Carmen Giménez, gran conocedora de la obra del estadounidense, está organizada junto a la Tate Modern de Londres, centro que presentó anteriormente una retrospectiva sobre Cy Twombly, gracias al especial interés del propio director de la Tate, Nicholas Serota, quien ha colaborado generosamente con el Museo Guggenheim en la preparación de la exposición.

La muestra responde, por lo tanto, a la ardua labor desarrollada por la comisaria de la exposición y el Museo Guggenheim en colaboración con la Tate Modern, logrando entre todos la cesión de obras incluso nunca expuestas anteriormente al público, por parte de importantes coleccionistas de arte, europeos y americanos.

Cy Twombly (Virginia, 25 de abril de 1928) es un artista estadounidense del expresionismo abstracto, que cultiva tanto la pintura como la escultura. En 1957 se trasladó a Roma, donde fijó su residencia, al no ser muy bien comprendido en su país de nacimiento. Pertenece a la generación de artistas que, como Jasper Johns y Robert Rauschenberg, se distanció de la ortodoxia del expresionismo abstracto estadounidense. Sin abandonar determinados rasgos heredados de la tradición abstracta, su pintura incluye algunos aspectos novedosos, como la aparición de elementos caligráficos que se inspiran en el mundo de los grafittis y que combinan sutiles alusiones a la mitología del mundo clásico.

Es bien conocido por emborronar la frontera entre el dibujo y la pintura. Sus últimos trabajos, sin dejar de ser abstractos y gestuales, traslucen, a menudo, referencias paisajísticas. Su obra se ha expuesto en museos como el Centro Georges Pompidou y el Whitney Museum of American Art, entre otros.

Intensa década de los 60

Organizado de manera cronológica, la exposición muestra las series temáticas más importantes desarrolladas por el artista, aun en activo, a lo largo de su trayectoria.

Tras las obras de su primera época, comprendida entre 1950 y 1060, entre las que se encuentran las realizadas tras viajar a Marruecos con Rauschemberg y obras como «Sunset» (1957) exhibidas al público por primera vez, la muestra hace especial incidencia en la década de los 60, momento álgido de su producción artística.

En 1961 pintó en Italia la serie, compuesta de cinco lienzos, «Ferragosto», reunidos especialmente para esta muestra, y que antecede a la obra en torno a la que gira la muestra, «Nueve discursos sobre Cómodo» (1963), conjunto de nueve lienzos presentados unitariamente y recientemente adquirida por el museo bilbaino. De esta época es también la importante serie de los «Bolsena» (1969), compuesta por catorce cuadros, de los que se exponen seis.

Tampoco conviene olvidar obras más tardías, como la segunda serie de «Las cuatro estaciones», pintadas en la década de los 90, que forman parte de los fondos de la Tate Modern de Londres, ni las más recientes obras de sus series «Baco» (2005-07), relacionadas con las series de «Ferragosto» y «Nueve discursos sobre Cómodo» y pintadas con gran vitalidad.

La muestra se completa con dibujos del artista, algunas de las cuales presentan en las espirales del trazo una interesante relación con las esculturas de Serra, y su importante producción escultórica, con especial insistencia en las obras realizadas en yeso.