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NUEVO TRABAJO DE FERMIN MUGURUZA

EL león asmático baila sobre spray y reggae

Traslada en su bolsillo un diario con un millón de páginas que hablan del mundo y lo recorren. Lleva también miles y miles de kilómetros repartidos entre viajes solidarios y musicales. Desde hoy, todas sus experiencias son parte de «Asthmatic Lion Sound Systema», el mejor conjunto de canciones escritas y arregladas por Muguruza para un disco.

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Pablo CABEZA | BILBO

Asthmatic Lion Sound Systema» comenzó a llamar la atención con la edición del single «Balazalak/Itzuliko naiz». Las dos canciones nos presentaban a un Muguruza desemejante de lo conocido hasta ahora. El artista decidió que dos de los temas más singulares de su carrera compusieran esta unidad y, en él, nada es gratuito, siempre existe un porqué. «Bazalak», además, abre álbum, situación que suele ser un referente tanto para el artista como para el oyente.

Todo comienza con una tormenta y una voz en inglés que da paso a Fermin cantando «Euria ari da, balazalak, mara mara...» fundido con un estribillo en inglés muy pegadizo: «It's raining, bullet shells, bullet shells...» (Están lloviendo casquillos de bala, como en cámara lenta... Y me voy ahogando). La letra, como en el resto del disco, deja espacio para diferentes apreciaciones... La canción también apunta que el álbum no es el trabajo de un veterano jugando a ser el eterno joven. «Asthmatic Lion Sound Systema» es una grabación madura para gente con musicalidad, tenga, no obstante, 18 ó 50 años. En realidad, con tal de tener buen gusto y una apañada educación musical, las doce canciones pueden ser parte añadida al reproductor de mp3 o alojo en el lector del equipo de alta fidelidad del salón. En «Balazalak» destaca la composición. Después llega la impecable interpretación, la calidad literaria y los notables arreglos. Secuencia que se repetirá en buena parte de los títulos de todo el cedé. Fermin entona sin violentar, en una escala que le permite matizar y demostrar que su voz posee más gama y recursos que los mostrados mayoritariamente hasta ahora. Los arreglos vocales se cruzan entre versos y líneas. El euskara y el inglés convergen en diversas ocasiones. Violín y saxo (con Dave Hillyard, de Slackers) son también estrellas. Las guitarras proponen delicadeza. Todo forma parte de las diferentes púas de «Balazalak», pero las claves también van a ser venas y nervios del resto del álbum, un sello de marca.

«Balazalak» se enlaza con «Shoot the singer», que nos muestra al Fermin Muguruza más rítmico y bullicioso. Las voces, el rap, los diferentes planos... todos vuelven loco al resultado final. Los sonidos percuten desde variados ángulos. La línea del bajo se muestra funky, como la guitarra. Otra clave de «Asthmatic Lion Sound Systema» va tomando forma: las deudas, cada vez mayores, de Muguruza con el sonido negro, afro, afro-jamaicano, afro-londinense, afro-norteamericano... Jaleo rítmico que permite que incluso una armónica flirtee con disimulo. «Shoot the singer» rompe con «Balazalak», sorprende el cambio, pero tras la primera escucha general, se comprende que eso es «Asthmatic...»: el pasado y el presente de Fermin, llanto y risa, íntimo y desvergonzado.

Las máquinas y el ritmo jamaicano puesto al día regresan con «Iragarkien tartea», de nota dinámica y numerosos frentes vocales, la particular Babilonia de este disco. La música es el lenguaje común, después las palabras se entrelazan en un caos idiomático perfectamente diseñado: se escucha japonés, inglés, euskara, castellano... Un MC (Master of Ceremony) presenta a Fermin Mugur(r)uza (sic). Voces masculinas y femeninas tiñen la llamada de socorro. «Iragarkien tartean. Nago harrapatuta... Mayday» (Atrapado en el espacio publicitario... Socorro). Tras una cita literaria -frecuentes en el presente trabajo- al mito de Sísifo y a Bill Murray, concluye una de las canciones más dinámicas y envolventes de la serie.

Unas voces africanas a capella nos introducen en «Ezin ihesi Berlin», donde Muguruza se encuentra con Colombo, Nick Cave, Win Wenders y Joe Jackson. «Berlin dugu gure baitan. Lucha Armada Maiatz 1en. Utopia ez da eten. Ezin ihesi zugandik. Ezin ihesi, Berlin. Ezin atzean utzi. Ezin ihesi, Berlin (...)» (Berlín siempre habita en nuestro interior. Lucha armada el 1º de mayo. La utopía no se ha detenido. No puedo escapar de ti. No puedo escapar de Berlín (...)». Nuevamente se acoplan diferentes lenguas. Dominan el cuerpo los arreglos de viento. El ritmo se acalora, la luz, por contra, es tenue, cerca del club.

El corte cinco regresa al rap. Nuevamente acude Babel: francés, árabe... leen la partitura. Las teclas surgen puntuales y majestuosas. La melodía se convierte en otro de los lances más logrados de Muguruza. Guitarras acústicas, ritmo rapero, una guitarra eléctrica que se suma... Las múltiples voces y tonos convierten «Itzuliko naiz eta izango milioiak» en otra de las piezas clave de su carrera. Trip-hop, gansta rap, blanco y negro... «Volveremos y seremos mil. Mil millones de voces levantadas para hacerse oír (...). Hay que luchar hasta que el enemigo quiera. Al fin y al cabo, él lanza la piedra (...). Volveré y seremos miles). Momento clave.

En el siguiente paso el teclado se muda a tono groove, sonoridad tomada de mediados de los sesenta y propia del soul. El groove se rescata en los ochenta y noventa gracias al acid-jazz, desde donde prosigue a nuestros días. La música negra se apodera de la cabina de máquinas: «Eh zu, entzun ezazu...», grita Nerea Olaxa con frenesí y rabia, voz que deja el alma en su frase. Aretha Franklin sonríe y rejuvenece. «Listen to the Asthmatic Lion. A world united by the sound system», «Un mundo unido por el sound systema. Encuentro de miradas, alegrías y penas. Viajes con sabor a ébano (...). No hay más fronteras que las que tu mente ponga», «Iraunkortasuna da gakoa. Edozein proiektun. Entzun ezazu lehoi asmatikoa», «Ecute le lion asthmatique. Un monde uni par le sound system», estrofas e ideas de la dinámica canción «Asthmatic Lion». El baile continúa entre compromiso y divertimento.

«Simulakroa» se abre con una voz inequívocamente negra. Las teclas suenan como si Billy Preston se hubiese reencarnado en Jamaica para disfrutar de su marihuana. ¿No es esta la voz de Rossy de Palma? Todo es posible en esta novedosa tarde que inaugura el león de Irun. Negro, soul, rap, caribe... Vientos, agitación, meneo...

La guitarra de Xabi Pery (ex Itoiz, 1987-88), los vientos de Jon Elizalde, las voces rapeadas de Nesta y Pedro Erazo están, entre otros, en «Loturak». «Links... Loturak eta ezloturak. Links... Koiuntura edo egitura. Links... Sua, lurra, airea eta ura. (...) Links... Izaera edo kultur tenpura. Links... Talka izan daiteke bilkura» (Conexiones... Uniones y divisiones. Conexiones... Coyuntura o estructura. Conexiones... Fuego, tierra, aire y agua (...). Conexiones... Identidad o fritura cultural. Conexiones... El choque también puede ser encuentro). Xabi Solano toma su diatónica y conecta con el tex-mex en un arreglo inesperado. «Unión, unión. Mezcla. Esto es para toda la gente del Melting Pot», término que refiere a gente de diferentes culturas, raíces y religiones, entendido en una sociedad multiétnica. Son las conexiones de «Loturak», otra de las canciones más luminosas del disco.

Irune, Unai, Naroa, Bidane, Jone... son las voces infantiles (disculpas si ya sois «mayores») que cantan «Tximeletak bagina bezela. Pintxatu orratzez kortxo batean. Etiketatu, denak kontrolpean. Kontserba latak supermerkatuan. Gu ez sailkatu, ez, ez ez» (Nos pincháis. Como alfileres en corchos. Como si fuéramos mariposas. Nos etiquetáis. Como las latas en los supermercados. Todo bajo control. No nos clasifiquéis, no, no, no), fraseado muy pegadizo que, sobre ritmos raperos y detalles trip-hop, lucha contra los vientos y los matices de la composición. Muguruza se repliega y cede la voz.

Un viejo sonido orquestado sobre pizarra de los años 40 ó 50 da paso a una voz latina: «Un día pasaron preguntando a quién se debía avisar en caso de muerte. La posibilidad real del hecho nos volvió a todos. Después supimos que era cierto y llegó la hora de separarnos». Guitarras acústicas limpias, arreglos de cuerda, ritmos medios... dan paso a una de las melodías más intensas, «Hau dena». Benas matiza -sutil y elegante a lo largo de todo el álbum- con su experta y fina guitarra. Las conversaciones se trasponen logrando que no sepamos en qué país está saliendo el sol. «Todo esto desaparecerá. Oh mi amor. (...). Hijos míos, aprender a respetar la vida porque todo esto desaparecerá». «Hau dena» redescubre, de nuevo, las posibilidades vocales de Muguruza. De hecho, «Asthmatic...» es el disco mejor interpretado de toda su carrera. Impecable canción.

La Kinky Beat y Manu Chao, al lado de Fermin
Camino del final de «Asthmatic Lion Sound Systema» ya hemos descubierto que habla múltiples idiomas, ritmos y ecos, que la densidad de lo manejado (músicos, estudios, arreglos, coherencia...) es propio de los números de las grandes multinacionales, aunque en este caso hablemos de Talka, un sello escrupulosamente independiente. Pero aún resta por disfrutar de la conexión entre Mosku (Irun) y La Verneda (Barcelona). «I belong to a world where your dream are the enly reality, where, if you don't feel happy, everybody will tickle you» canta de forma magistral Miryan «Matahary», de la Kinky Beat, autores de esta hermosa composición acústica que Muguruza readapta en texto y música a similar altura. «Banator eta banoa. Iparra eta hegoa. Etxea zabalik dute..» canta sobre ritmos más inquietos que el original, con flautas y cadencias dejando huella. Si esta canción cayese en manos de un publicista de videojuegos o de coches, revienta. Nos recuerda al caso «Mad world», de Tears for Fears, versión Gary Jules. Y cierre acelerado, con todos los elementos rítmicos de Muguruza a pleno pulmón, retomando la canción de la iniciativa popular «Milaka bilaka» a ritmo reggae explosivo y en el que participa Manu Chao, que tampoco extraña, pues el corte encaja en el estilo vital del pequeño/gran músico. También está otra media docena de invitados que entre francés, castellano y euskara revientan en colores la fiesta timbalera de «Milaka bilaka». «¡País Vasco llamando! De uno en uno, de dos en dos. Convirtiéndonos en miles (...) Seamos miles. Miles buscando». En cedé y vinilo, la línea del frente mantiene sus posiciones. P.C.
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