Sólo tres ciclistas vascos tienen asegurada su presencia en el 2009 en el escalón inferior al Pro-Tour
La crisis se nota aún más en la categoría UCI profesional
Extremadura no seguirá, Murcia genera dudas y sólo Xacobeo y Andalucía tienen segura su continuidad.
Joseba ITURRIA | DONOSTIA
La crisis afecta a toda la sociedad y al ciclismo en mayor medida que a nadie. Al margen de que las empresas se lo piensan más para asumir patrocinios, resulta difícil hacerlo en el ciclismo y más en la segunda categoría, la UCI profesional continental, en la que sólo tres vascos parecen tener garantizada su presencia la próxima campaña.
Porque en el Pro Tour han desaparecido dos equipos como Gerolsteiner y Credit Agricole, pero eso no va a tener consecuencias para los vascos porque nunca habían tenido a un ciclista de Euskal Herria. Al margen del caso de Vila por su positivo, sólo los cinco que causan baja en el Euskaltel se quedan sin equipo. Astarloa fue apartado del Milram, con el que ha acabado en juicio por despedirle sin causa justificada, pero ha encontrado un hueco en el Amica Chips del director más importante en su carrera, Martinelli.
Todos los demás siguen en el Pro Tour si no hay problemas con el nuevo equipo de Matxin y Camaño es renovado. En total 31 vascos estarían en ese caso en la máxima categoría ciclista.
El gran problema
El Orbea-Oreka-SDA y Portugal ofrecen salida a bastantes corredores en la categoría continental, pero los problemas principales se registran en el escalón intermedio, donde sólo tienen asegurada su inscripción en la Española los dos equipos patrocinados por instituciones públicas que ven compensada su aportación con la participación en la Vuelta, Xacobeo y Andalucía. Unipublic no ayuda a esta categoría como lo hace el Giro y todos los años desaparecen equipos a los que no se da opción de correr la Vuelta. Antes les pasó a Kaiku o Fuerteventura y la pasada semana Extremadura ya ha confirmado que no saldrá en esta categoría y el futuro del Murcia no está asegurado porque no cubre el presupuesto.
Además los equipos con financiación autonómica tienden a dar salida a sus corredores, en este caso andaluces y gallegos. Andalucía no ha tenido nunca ningún ciclista vasco y Xacobeo Galicia sólo cuenta con Iban Mayoz, que la pasada semana ya firmó el contrato de renovación, y David Herrero en su idea de mantener la base que ha dado tan buen resultado este año.
A partir de ahí el futuro es oscuro para todos y eso favorece a estos equipos, que pueden fichar a bajo precio a buenos corredores a los que no les vale haber hecho una buena campaña. Pese a darle cuatro victorias en los dos últimos años, Mikel Gaztañaga ha recibido la baja en Agritubel, donde también ha habido un recorte de plantilla y de presupuesto. Tampoco el buen nivel dado por Ritxi Serrano en el Tinkoff le ha permitido tener una renovación o un equipo. Aitor Pérez Arrieta realizó un gran comienzo de temporada después de sacrificarse como ninguno para correr en el Extremadura y tampoco le ha servido para tener equipo. Si ellos no lo ven claro, ciclistas como Xabat Otxotorena, a pesar de lograr buenos puestos, sólo pueden trasmitir pesimismo.
«Tengo pocas esperanzas viendo cómo corredores muy buenos están sin equipo. El tema está negro, se ve que la situación del ciclismo no es buena. No es normal esto. Yo no estoy mirando mucho, he perdido mucho la ilusión y sin ilusión es difícil encontrar algo», explica Xabat Otxotorena.
La decisión de Extremadura de no seguir en profesionales «no ha sido una sorpresa. Siempre tienes esperanza de que se arregle, pero al final ha pasado lo que esperábamos. No encuentran patrocinador y el equipo no puede asumir todo el presupuesto. Hicimos la apuesta para salvar este año y aceptamos dejar de cobrar una parte para salir y no nos ha salido bien. Pero por lo menos lo intentamos».
En este panorama sólo queda Portugal. Como señala Xabat, «no va mal allí el tema y ha ido mucha gente. Aunque todos preferimos correr en casa, es otra oportunidad». Claro que sólo hay un equipo profesional UCI, el Benfica en el que ha corrido Mikel Pradera este año, y en categoría continental un corredor del nivel de Koldo Gil ha recibido la baja de Liberty.
Gaztañaga ha recibido la baja de Agritubel pese a ganar cuatro carreras los dos últimos años. Serrano no sigue en el Tinkoff, Pérez Arrieta y Otxotorena acusan la desaparición del Extremadura y Etxarri espera que siga el Murcia.
Los casos más curiosos de los vascos que no tienen garantizado su futuro son los de Mikel Gaztañaga, al que no le valen sus cuatro victorias de los dos últimos años pese a que hay pocos ganadores en el pelotón, o el de Javier Etxarri, que ha hecho una gran temporada en su debut profesional y tiene contrato en vigor.
El sprinter guipuzcoano de 28 años comenta que «busco equipo y espero a ver si sale algo, pero no tengo nada seguro y el asunto está negro. En Agritubel, el sponsor ponía menos dinero, querían mandarnos a cinco y me ha tocado. No hay dinero en el ciclismo, cada vez hay menos equipos y somos más los corredores que estamos intentando buscar un destino y aquí todos dicen que esperes. El representante se está moviendo y hay que intentarlo hasta el último momento. Pero al final te cansas. Ves que ganas carreras, que andas bastante bien y acabas todos los años con el mismo tema, a ver si te sale algo, y se van las ganas de andar siempre así».
Al escalador navarro de 22 años no le vale con tener contrato firmado hasta el 2009 y con su buen debut profesional: «No se sabe si seguirá el equipo o no. Tienen un patrocinador principal, pero les falta dinero. Parece que va a seguir, pero no se sabe seguro. No nos dicen nada. Tengo firmado un año más, pero habrá que esperar quince días».
«Con mi edad estaba muy contento con mi temporada, pero no sé si eso y tener contrato servirá. El ciclismo continental profesional esta justo, falta dinero como en todos los lados y las cosas no están tan claras como en el Pro Tour. Si hubiera dinero los equipos estarían bien estructurados y habría mayor claridad, pero faltando lo esencial... Yo tengo la esperanza de que siga el equipo. Si no, no sabría decir qué pasaría. Si habría que dejar la bici o qué haría...».