IBILIZ IBILI | Josu GRANJA
Arrazola - Tellamendi - Ipizte Frente al gigante
Muchas veces es necesario separarse algo de las grandes montañas para poder admirarlas, ya que estando sobre ellas, paradójicamente, no disfrutamos de su imagen misma. Tal es el caso de Anboto. Si bien desde su cumbre el paisaje es grandioso, no lo es menos admirar su silueta desde el este. Esto lo permite el cordal que partiendo de Besaide se desprende hacia el sur, separando Bizkaia de Araba, hasta enlazar con Ipizte. Realizaremos esta travesía a caballo entre los valles de Atxondo y Aramaio, con el coloso Anboto mostrando su cara más imponente. Ya en 1927, un precursor del montañisco vasco como Antonio Ferrer describía que la travesía por estas cumbres era una de las más interesantes que se podían realizar en toda la montaña vasca.
De Arrazola a Ipiztikoarriaga
Comenzaremos desde la ermita de San Roque, en Arrazola (260 m.), punto final de la carretera que recorre el valle de Atxondo. Hasta un poco más adelante (Errotabarri) llegaba a principios del XX el ferrocarril minero para el coto de mineral de hierro Axpe-Arrazola, que aquí se explotó. Hoy apenas se distinguen ruinas de alguna construcción ocultas en la maleza. El trazado se recuperó hace algunos años como paseo y recorre todo el valle. Las marcas amarillas y blancas nos llevan por pistas a Besaide (552 m. 1 h.), conocido punto de unión entre Araba, Bizkaia y Gipuzkoa donde se levanta el monumento a los mendizales fallecidos. Desde aquí la ruta es fácil siguiendo el cordal hacia el sur. Un primer tramo invadido por las repoblaciones nos lleva a la cima de Larrabil (669), oculta entre pinos y con la placa del buzón casi borrada. Breve descenso al collado, en el que enlaza la pista de Besaide. A este collado también podemos llegar desde Arrazola en 1 hora siguiendo la pista hasta el fondo del valle, evitando así el rodeo por Besaide. Seguimos por ella, bordeando la siguiente loma por la izquierda y llegamos al collado con el refugio de Lurgorri, entrando en los dominios del Parque Natural de Urkiola. Desde aquí es más interesante ganar el cordal por una fuerte rampa entre hayas trasmochas, que nos deja justo en el crestón de la cima de Lurgorri (782 m. 1,40 h.). En la cara sur de estas peñas se abrieron también minas de hierro. Las vistas sobre Anboto son desde aquí realmente excepcionales. En 10 minutos más llegamos a la gran cruz metálica de Tellamendi (835 m). Descenderemos de esta cima suavemente, dando con un par de pistas, hasta llegar a Ipiztikoarriaga (750 m. 2,15 h.). En este paso histórico entre los valles de Aramaio y Arrazola encontramos la misteriosa estela funeraria de Ipistekoarrije, con una cruz de malta grabada. La leyenda nos cuenta desde tiempo inmemorial que en este lugar se mató a un obispo...
Ipizte y Zabalaundi
Desde Ipiztikoarriaga se puede llegar por pista cómodamente a Zabalandi. Nosotros, sin embargo, subiremos a la cumbre de Ipizte para rematar la excursión. Una ancha cuesta de pastizales nos lleva a las estribaciones de la cumbre por el norte, donde damos con las marcas que vienen de Zabalandi. Atravesaremos hermosos parajes de hayedo kárstico hasta la rocosa cumbre (1.061 m. 3 h.), que ofrece una vista completa de Aramaio. El descenso lo haremos hacia Zabalandi. Este collado (895 m. 3, 20h.) es un transitado cruce de los caminos de Urkiola y Aramaio, presidido por la mole de Anboto. Tendremos cuidado de buscar la senda de descenso a Arrazola, que sale del extremo norte del collado (cartel indicador). Seguiremos las marcas amarillas que nos encaminan al barranco de Errekaundi (descenso fuerte), y luego por el camino calzado y pistas llegaremos a Arrazola. Antes de la iglesia, una calle frente a un baserri remozado ataja en dirección a San Roque (4,30 h.).