Sólo un tercio de las 1.500 empresas del Estado español que son suministradoras de sustancias químicas ha realizado el prerregistro del reglamento del sistema único de registro REACH -por sus siglas en inglés-, que vence el 1 de diciembre.

Según una nota de la patronal CEOE, sólo las empresas que hayan realizado el prerregistro antes de esa fecha podrán fabricar o comercializar sustancias químicas en el ámbito europeo.

El reglamento para el registro, evaluación, autorización y restricción de sustancias químicas entró en vigor el 1 de junio, pero el plazo para el prerregistro concluye el 1 de diciembre. La patronal ha reconocido que las empresas no están interesadas en dar ese paso. La nueva norma permite medir la peligrosidad, para su posterior autorización, de 30.000 sustancias químicas fabricadas o importadas en la Unión Europea y prevé exenciones para aquellos productos de los que ya se posee información suficiente. La normativa fue polémica debido a la presión de la industria y de Estados Unidos. Al final, se aprobó una normativa «menos exigente».

Obligación

De este modo, las empresas tienen la obligación de registrar en la base de datos cualquier sustancia química que pueda ser perjudicial para la salud de los trabajadores y del propio Medio Ambiente. Además, las compañías sólo podrán usar las sustancias químicas prerregistradas por el suministrador o aquellas que tengan almacenadas, pero que estén debidamente etiquetadas y controladas.

Los productos químicos son una de las principales fuentes de contaminación para los trabajadores, muchos encuentran la muerte al cabo de los años por el contacto diario en su larga vida laboral.

El último estudio que se ha publicado sobre la «Estimación de la incidencia y mortalidad por cáncer laboral», elaborado por Manolis Kogevinas, Gemma Castaño-Vinyals, Marta M. Rodríguez Suárez, Andonina Tardón y Consol Serra. Se calcula, según los datos estudiados de 2002, que el 27% de las defunciones que ocurren son debidas al cáncer, una parte importante tiene que ver con las exposiciones laborales. Las muertes por cáncer laboral varían entre 4.000 y 8.000 casos al año.

Sin embargo, los autores del informe reconocen que a penas aparecen registros de enfermedades profesionales. Un estudio anterior destacaba que un 83% de las enfermedades profesionales no son reconocidas. Los autores del estudio afirman que «los intereses económicos de las empresas y entidades aseguradoras también podrían jugar un papel en la resistencia a notificar las enfermedades profesionales, especialmente el cáncer».

Agentes asociados al cáncer

Según los datos, la mayoría de los casos de cáncer laboral son de pulmón y de vejiga urinaria. «Las estimaciones observadas varían entre unos centenares y unos miles de muertes para cada tumor», dice el estudio.

Este trabajo indica que «se conocen multitud de agentes asociados con estos dos cánceres, incluyendo fibras y polvos, metales, radiaciones, productos de combustión y aminas aromáticas». Otros cánceres se deben al mesotelioma, atribuido únicamente al amianto; los de las fosas nasales, atribuidos a la exposición al polvo de madera, metales y formaldehído; y las leucemias y linfomas, atribuidos a disolventes, insecticidas y otros productos.