En poco más de un mes, el Banco Central Europeo ha pasado de negarse a modificar los tipos de interés alegando presiones inflacionistas, a acometer una acción conjunta con otros bancos centrales para bajar el precio del dinero, a acordar ayer una nueva rebaja, hasta el 3,25%, y a sugerir que pronto habrá nuevas reducciones.

En la rueda de prensa tras la reunión del Consejo de Gobierno, el presidente del BCE, Jean-Claude Trichet, aseguró que discutieron una bajada compren- dida entre 50 y 75 puntos básicos y que finalmente decidieron, por unanimidad, un recorte de medio punto porcentual. Hasta ahora, el BCE nunca ha reducido los tipos de interés en 75 puntos básicos.

También el Comité de Política Monetaria del Banco de Inglaterra sorprendió a los mercados financieros con una reducción del precio del dinero en Gran Bretaña de 1,5 puntos porcentuales (una cantidad récord), hasta el 3%, un punto más de lo que preveían los expertos.

Además, el Banco Central de Dinamarca siguió los pasos del BCE y redujo su tasa en medio punto hasta el 5%. El Banco Nacional Suizo también relajó su política monetaria al bajar la banda objetivo para el Libor a tres meses en medio punto hasta el 1,5% y el 2,5%.

Trichet aseguró que «la notable reducción de las presiones inflacionistas» permitió al BCE disminuir el precio del dinero en dos ocasiones en un mes y subrayó que «no puede descartar más reducciones de los tipos porque la crisis financiera global puede llevar a una depresión económica generalizada».

Esa proyección quedó reforzada tras conocerse las nuevas previsiones del FMI, que bajó en ocho décimas su estimación de crecimiento mundial, hasta el 2,2%, por el empeoramiento de la economía en el último mes, y predijo la primera contracción anual de los países avanzados desde la II Guerra Mundial.

Para 2008, también redujo en dos décimas su pronóstico de crecimiento mundial, que quedó en el 3,7%. En 2007 había sido del 5%, por lo que supone una ralentización muy significativa.

Las previsiones son peores para el Estado español, donde la economía se encogerá un 0,7% en 2009, según el FMI, que auguró una contracción más profunda del PIB que lo que había calculado hace tan sólo un mes. En octubre estimó que el Producto Interno Bruto se reduciría un 0,2% el próximo año.

Ibarretxe, con los empresarios

La crisis también afectará de una forma «importante» a la economía de Araba, Bizkaia y Gipuzkoa, según aseguró Juan José Ibarretxe, que situó el crecimiento en un 2% a final de año, un dato «superior a la media europea».

El lehendakari de Lakua volvió a desgranar, junto a los diputados generales de Araba, Bizkaia y Gipuzkoa, las medidas del plan anunciado meses antes de su presentación solemne el pasado 20 de junio y posteriormente completado.

En otra puesta en escena ante un grupo de 200 personas -entre los que se encontraban muchos de los más importantes empresarios y los máximos representantes de la patronal- anunció que el Consejo de Promoción Económica aprobará próximamente ayudas para una decena de proyectos que supondrán una inversión de 650 millones y «2.500 trabajadores».