Y ahora que ya ha ganado Barack Obama las elecciones para gran sheriff, todo el mundo se dispone a hacerle la pelota al señorito. Ayer todos, absolutamente todos los medios impresos, abrían edición con aire triunfalista y editorializaban felicitando al campeón.

En «El País» ofrecían su principal titular al propio Obama: «El cambio ha llegado a América». Y en el editorial no ahorraban elogios: «Banderas de esperanza. Obama inaugura un liderazgo norteamericano que merece confianza y cooperación».

Según «Noticias de Gipuzkoa», «Obama hace historia». Y su primo hermano «Diario de Noticias» hablaba en portada del «Desafío de Obama». En el editorial aseguraba que «hay aún espacio para la esperanza tras estos ocho años de pesadilla, y es que los ciudadanos han elegido a una persona que parece ser exactamente lo contrario (a Bush), abonando así el terreno para un cambio al que el país se ve inevitablemente obligado porque e imposible ir a peor». El editorialista no ha leído las Leyes de Murphy. Se lo recomiendo.

También «El Diario Vasco» ofrecía su portada al propio Obama presidente in pectore: «El cambio ha llegado». Y según su primo vizcaino «El Correo Español», «Todo es posible en América». Y tanto.

En su editorial, «La Razón» advertía que «la relación entre Madrid y Washington debe recobrar la intensidad de dos países amigos y fieles aliados». Y más: «El nuevo presidente encarna el liderazgo que querían los americanos, pero también la mayoría de las naciones». Y yo que pensaba que los de «La Razón» eran de McCain... Será que leí mal los editoriales anteriores.

A los de «Diario de Navarra» les dio por el titular facilón: «Obama cambia el color de EEUU». Y en su editorial aseguraban que «Barack Hussein Obama es el nombre de un día histórico». Más pelota no se puede ser.

Y también «Deia» se apuntaba al carro: «Nace la `era Obama'». Según el jelkide, Obama «dará paso al nuevo estilo de hacer política, basado en una política de alianzas presididas por la persuasión y la diplomacia». Tiempo al tiempo.

Y para concluir, el botafumeiro de Pedro J. Ramírez, ese incensario empalagoso: «Comienza una nueva era. Un hito en la historia contemporánea, una esperanza para el mundo». Y yo aquí, a verlas venir.