Tras la iniciativa abierta en la Audiencia Nacional por el juez Baltasar Garzón y paralizada ahora por una instancia superior, la Asociación de Familiares de Fusilados de Navarra se ha dirigido al Parlamento navarro para pedirle que cree una comisión especial relativa a los «desaparecidos». Y es que los restos de muchos de los muertos en 1936 en el herrialde siguen sin aparecer.

En Nafarroa se contabilizaron, según los últimos estudios, cerca de 3.400 fallecidos a manos franquistas y de manera alevosa, dado que no hubo frente de guerra alguno.

La asociación pide que esta comisión parlamentaria «trabaje en colaboración con las diferentes asociaciones por la memoria histórica, y con expertos e instituciones públicas o privadas que hayan participado de alguna manera en la localización de personas desaparecidas».

Esta asociación, una de las que trabajan en este terreno, reivindica los frutos de la labor que ha realizado en los últimos años, sobre todo dos iniciativas concretas: la construcción del Parque de la Memoria de Sartaguda y el intento de encarar el problema de las desapariciones, «contabilizando las fosas comunes e individuales, realizando en algunos casos exhumaciones y recopilando testimonios». Sin embargo, entiende que este trabajo «es una obligación ética del conjunto de las instituciones».