Personas del mundo de la cultura han suscrito un texto en el que se exige a las autoridades y a los miembros de la Junta de las Bardenas «que opten por el desmantelamiento del Polígono de Tiro», haciendo suya así una iniciativa de la Asamblea Anti-Polígono. Ayer su portavoz, Milagros Rubio, presentó el texto en Iruñea, suscri- tolos nombres de cincuenta agentes culturales y del ámbito de la educación que «se manifiestan por la paz, exigiendo el fin de la actividad militar en el territorio de Nafarroa, frente a la decisión que está en manos de la Junta, de la que su presidente ha dejado claro que lo que les importa es el dinero».

El texto también recoge una solicitud al Ministerio de Defensa «para que elabore un plan de recuperación para la zona». Y a las autoridades para que promuevan «una declaración de protección que abarque las 2.200 hectáreas que hoy ocupan las instalaciones militares para la seguridad de las personas y para proteger los retazos de vegetación natural y las especies que acoge».

Preguntada por la propuesta presentada la semana pasada por el Manifiesto Popular a favor de las Bardenas para convocar iniciativas conjuntas, Milagros Rubio apuntó que la premisa con que funciona la Asamblea anti-Polígono es que «no queremos bombas ni en el Opus ni en Afganistán».

Cadena humana este sábado

Volviendo al fondo de esta cuestión, la Asamblea opinó que la Junta de Bardenas no debería tener la potestad de decidir sobre un asunto que atañe a toda Nafarroa, a la vez que indicaron que con su ancestral sistema de voto no representa siquiera a las poblaciones afectadas. En ese sentido, denunciaron «la dejadez» del Gobierno de Nafarroa, «que elude tomar responsabilidad alguna».

Para exigir que tome cartas en el asunto, la Asamblea ha convocado una cadena humana en el Paseo Sarasate este sábado a las 13.00, que unirá el Parlamento con la sede del Gobierno navarro. El sindicato ESK se adhirió mediante una nota a esa convocatoria.