Movimientos en el escenario político vasco
La izquierda abertzale invita a EA a trabajar conjuntamente para superar el tope constitucional
EA y la izquierda abertzale coincidieron ayer en dos ruedas de prensa separadas en remarcar la necesidad de buscar la estructuración de un polo soberanista en Euskal Herria que permita dar un salto en la superación del marco actual. Ambas partes confluyeron también en criticar la propuesta de Concierto Político del PNV. La izquierda abertzale invitó a EA a realizar un trabajo en común, que Unai Ziarreta insiste en que tiene que ser por una «vía democrática y pacífica».
Rubén PASCUAL-Iñaki IRIONDO | BILBO-GASTEIZ
La izquierda abertzale y Eusko Alkartasuna realizaron ayer dos ruedas de prensa con elementos coincidentes en los discursos de ambas partes, tales como la crítica a las posiciones políticas del PNV y la apuesta por trabajar para la configuración de un bloque soberanista que permita la superación del actual marco autonómico.
El presidente de EA, Unai Ziarreta, compareció en Gasteiz acompañado por el presidente del partido, Joseba Azkarraga, y por la secretaria de Organización, Elisa Sáinz de Murieta, para explicar las razones por las que la Ejecutiva Nacional decidió el pasado lunes dar el paso de anunciar que se presentarán en solitario a las próximas elecciones autonómicas. Estos motivos se concretan en lo que definen como «una involución» del PNV y en la necesidad de impulsar «un gran movimiento soberanista e independentista».
A su entender, la oferta del PNV de reeditar la coalición sólo era una formulación meramente numérica, que pretendía conformar una candidatura que fuera la más votada, «para seguir gestionando el marco actual, sin dar pasos hacia el soberanismo».
Unai Ziarreta señaló la existencia de una situación de «bloqueo» en lo referido a la resolución del conflicto, así como un sentimiento de frustración y desilusión en una parte del electorado abertzale «por la persistencia de la violencia de ETA y por la gestión que se ha hecho de iniciativas como el Nuevo Estatuto político y la Ley de Consulta», que han quedado en nada.
Ante esta situación, Ziarreta afirmó que «la solución sólo puede llegar de la articulación de un gran movimiento soberanista que logre, por vías pacíficas y democráticas, la adhesión mayoritaria de la ciudadanía para avanzar hacia un nuevo marco jurídico político en el que todos los proyectos políticos, también el independentista como el que sin ambages defiende EA, puedan materializarse».
Invitación
Entre tanto, a la misma hora en Bilbo comparecían Joxerra Etxebarria y Amparo Lasheras para calificar como «una buena noticia para este país que quien ha venido siendo la mano derecha del PNV durante muchos años, y que a día de hoy continúa compartiendo gobierno y tareas institucionales con él, comparta el análisis de que con este PNV, con un PNV que sigue teniendo las mismas hipotecas económicos y políticos con el Estado que hace 30 años, ni es posible un cambio político real, ni la resolución democrática del conflicto, ni mucho menos la defensa de la independencia».
Lasheras y Etxebarria mostraron también la alegría de la izquierda abertzale por ver que EA comparte el análisis «de que los independentistas tenemos que aunar fuerzas en defensa de los derechos de Euskal Herria».
Por ello, dijeron una vez, y lo volvieron a repetir para reforzar con nitidez su mensaje, que «si EA está dispuesta a superar el tope constitucional, la izquierda abertzale no tiene ningún inconveniente para realizar un trabajo en común. La izquierda abertzale cree que la mayoría de este país reclama un verdadero cambio y que el proyecto autonomista está agotado, pues ha quedado más patente que nunca que con este marco de sometimiento nunca seremos dueños de nuestro propio destino».
Al entender de la izquierda abertzale, «no es tiempo de repetir errores históricos; no se puede repetir el error de hace 30 años. Por eso, la izquierda abertzale considera que es responsabilidad de todo independentista y progresista no dejar pasar la posibilidad de cambio político, articular esa mayoría social y unir fuerzas a fin de evitar un nuevo fraude y terminar por una vez por todas con la noria autonomista del PNV y PSOE. Ese es el camino de la izquierda abertzale -recalcaron Joxerra Etxebarria y Amparo Lasheras-, y estamos dispuestos a trabajar con todo aquel que también apueste por ello».
«Más allá de las elecciones»
A preguntas de los periodistas, los miembros de la izquierda abertzale señalaron que la propuesta de trabajo en común realizada a EA no se está planteando «en términos electorales». «Es un tema más a largo plazo, no estamos centrados de ninguna manera en el tema de las elecciones», precisó Etxebarria, que reiteró que la izquierda abertzale «estará presente» en los comicios.
También al presidente de EA, Unai Ziarreta, se le preguntó sobre si su apuesta por un gran movimientos soberanist podría dar lugar a algún tipo de alianza preelectoral, ante lo que éste respondió que «en este momento veo difícil componer un movimiento de este tipo, pero si hubiera algo en esa línea ya se vería».
Críticas al Concierto Político
EA y la izquierda abertzale también coincidieron en la crítica a la propuesta de Concierto Político que ha hecho el PNV. Unai Ziarreta lo calificó como «un paso atrás en las posiciones soberanistas» y «una involución hacia posiciones que creíamos superadas incluso en el PNV».
Para la izquierda abertzale, la traslación a la política del Concierto Económico constituye la aplicación «del principio de sometimiento de Euskal Herria a Madrid y de la renuncia a la soberanía nacional a cambio de prebendas y dineritos para los empresarios apadrinados por el PNV. Probablemente es el ejemplo más claro de la falta de soberanía económica y política y de la situación de sometimiento a la que el Estatuto de Gernika ha condenado a este país y los trabajadores y trabajadoras durante treinta años», añadieron Lasheras y Etxebarria.
La izquierda abertzale mantiene que su oferta no mira a las próximas elecciones sino a un trabajo más profundo, y EA tampoco ve posibilidades de movimientos a tan corto plazo.
Joseba Egibar e Iñaki Gerenabarrena, presidentes del GBB y del ABB, coincidieron ayer en sendas entrevistas en señalar que el PNV no ha abandonado el camino del soberanismo, por lo que consideraron falsas las acusaciones de EA. Ambos mostraron su deseo de haber ido a las elecciones en coalición con la formación de Ziarreta y señalaron que la decisión de EA no es entendida por sus bases.
La coalición PNV-EA obtuvo en las elecciones autonómicas de 2001 nada menos que 604.222, movilizados para hacer frente al tándem formado por PP y PSOE. En las siguientes elecciones a Juntas Generales, las de 2003, la suma de ambos partidos ascendió a 512.645 votos. En las generales del año siguiente agruparon 501.885. En las siguientes autonómicas, las de 2005, la coalición logró 468.117 votos, que en las elecciones forales del año pasado, por separado, quedaron en 390.032.
En Eusko Alkartasuna interpretan que buena parte de este descenso de fuerza electoral se debe a que la práctica del llamado «nacionalismo institucional» no ha sabido responder a las ilusiones generadas. Se aprobó un Nuevo Estatuto que cuando fue rechazado por Madrid se guardó en un cajón. La débil respuesta a la prohibición de la consulta del 25 de octubre también ha generado frustración en sectores de la base electoral abertzale.
Por ello, la aspiración de EA es intentar volver a ilusionar a esa parte de los 604.222 votantes del 2001 que después se han ido refugiando en la abstención por falta de un proyecto nítido al que votar. De ahí que en los últimos tiempos hayan estado reforzando su imagen independentista, mientras acusa a sus hasta ahora socios de coalición, el PNV, de haberse «ido alejando de la cuestión soberanista» y de estar inmersos en un proceso de involución hacia posiciones que creían superadas incluso entre los jeltzales.
Por tanto, y contrariamente a lo que se viene sosteniendo desde algunos círculos políticos y mediáticos, la apuesta actual de EA no pretende pescar en el caladero de la izquierda abertzale. Si bien es cierto que ningún partido renuncia a un voto y que la formación de Unai Ziarreta aceptaría gustosa cualquier aportación de cualquier sector político, en EA existe la convicción de que la izquierda abertzale mantiene un electorado fiel que si no tiene una lista legal a la que apoyar con su voto seguirá las directrices de su dirección política.
El objetivo de EA es -aunque pueda resultar paradójico- atraer el voto de los desilusionados con su ex candidato Ibarretxe y el PNV después de la respuesta que éstos han dado a las dos grandes apuestas de las últimas legislaturas. Precisamente ayer Joseba Egibar afirmaba que el mantenimiento de Juan José Ibarretxe como candidato mostraba que no había ningún tipo de involución soberanista. Unai Ziarreta respondía a que «Ibarretxe no es el presidente del EBB, sino que es Iñigo Urkullu, y quienes gestionan el PNV son Urkullu, José Luis Bilbao y otras personas que son las que marcan su impronta».
Ziarreta reconoció que mediáticamente en las elecciones se producirá una polarización entre el PSE y el PNV, pero señaló que la verdadera polarización política será «entre quienes quiere seguir gestionando el actual marco y quienes queremos dar un paso más para superarlo».