Maite SOROA | msoroa@gara.net
Más sobre De Juana
No es que carezcan de sentido del ridículo, sino que han perdido cualquier atisbo de vergüenza torera. El sainete judicial en que quisieran ver actuar a Iñaki De Juana ofreció ayer un nuevo capítulo sin desperdicio en la prensa.
En «Abc» editorializaban con el caso para sentenciar que «desde el momento en que comenzó la investigación penal por la lectura de la carta atribuida a De Juana -un auténtico homenaje a ETA-, el riesgo de su fuga era incuestionable, aunque inicialmente sólo fuera considerado testigo, hasta que los informes policiales llevaron al juez a imputarle el delito de enaltecimiento del terrorismo. A un etarra, aunque sea sólo sospechoso, no se le puede tratar como a un imputado común». O sea, que no todo el mundo es igual ante la Ley. Bien está que lo digan así de claro.
Y los de «La Razón» se despachaban a gusto: «No es el momento de analizar si la carta que se leyó y se publicó en homenaje a De Juana, cuya autoría se le imputa al mismo, es constitutiva de un delito de enaltecimiento del terrorismo». Entonces, ¿de qué va esta fiesta?
También en «El Correo Español» desnudaban su mero interés vengativo al deformarlo todo para poder así hablar del «nuevo desafío lanzado por el ex preso de ETA al Estado de Derecho. Desafío iniciado con la lectura el pasado 2 de agosto de una carta apologética de la violencia atribuida a él, de cuya autoría no ha querido desdecirse ante el juez, y que se ha verificado con su huida a Irlanda y su negativa a comparecer ayer ante el magistrado Eloy Velasco». Lo de la apología de la violencia es como un chiste malo.
Y De Juana -por si no lo sabe el editorialista de Vocento- ya ha negado su autoría. El que más claro lo tiene es el de «El País», que ayer lamentaba el sainete porque «puede llevar a que De Juana protagonice de nuevo un mediático proceso penal que con toda probabilidad no le llevará a la cárcel», ¡Vaya, hombre! Así, volvía a lamentarse por «un proceso penal con tan escasos y frágiles mimbres: una misiva respecto de la que no se ha podido acreditar su autoría y una ambigua expresión `aurrera bolie' (adelante con la pelota) de significados equívocos pero que resulta artificioso identificar como un llamamiento a la realización de atentados. Articular sobre esa base la acusación de enaltecimiento del terrorismo (por el que podría ser condenado a dos años de cárcel) es poco consistente». El de Prisa tiene miedo a que vuelvan a hacer el ridículo ante todo el mundo.