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Política carcelaria

Gorostiaga y Figeroa, dos de los trece presos enfermos, regresan a casa

Marilo Gorostiaga y Angel Figeroa, presos que sufren enfermedades muy graves, recobraron ayer su libertad después de catorce años de cautiverio y un sufrimiento extremo. Al parecer, la excarcelación fue motivada por la solicitud realizada por las prisiones de Logroño y Langraitz, respectivamente. El movimiento pro-amnistía confirmó que se les han impuesto diversas medidas de control, todavía sin precisar exactamente.

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Marilo Gorostiaga y Angel Figeroa, dos de los trece presos políticos vascos con enfermedades graves o incurables, recobraron durante la tarde de ayer su libertad. En la nota emitida por el movimiento pro-amnistía se precisa que a los dos ex presos se les han impuesto diversas medidas de control, sin que la nota concretara nada más.

Al parecer, han sido las prisiones de Logroño y Langraitz, respectivamente, las que han solicitado a Instituciones Peniten- ciarias la puesta en libertad de los dos ciudadanos vascos por su situación, muy delicada.

Angel Figeroa dejó atrás la prisión de Langraitz alrededor de las 14.30. Nada más abandonar la cárcel, se dirigió a su casa, después de catorce años lejos de ella. Su ama explicó a GARA, sin poder esconder su emoción, que su hijo «no está bien».

La excarcelación de Gorostiaga fue la primera que se conoció, alrededor de las 14.00, pero no fue hasta las 17.30 cuando pudo abandonar la cárcel de Logroño y saludar a sus seres queridos, que habían viajado hasta allí para recogerla. Nada más llegar a Iruñea, ya en su hogar, Gorostiaga -«muy nerviosa y emocionada» según indicaron a GARA sus amigos- recibió visitas y llamadas de bienvenida.

Dos casos muy delicados

A Gorostiaga se le diagnosticó cáncer en un pecho, en mayo de 2005, y nada más detectarlo le practicaron una mastectomía parcial e iniciaron las sesiones de radioterapia. Meses más tarde, en febrero de 2006, una ecografía mostró dos miomas uterinos. Pero el abanico de afec- ciones que padece Gorostiaga no acaba ahí. Diabetes mellitus, dislipemia mixta e hipertensión arterial también son otras de las enfermedades que sufre la vecina de Iruñea, por lo que necesita continuas consultas y tratamiento oncológico, ginecológico y de fisioterapia.

Esta iruindarra de 52 años ha cumplido más de catorce en prisión. Desde que le diagnosticaron cáncer, han sido numerosas las veces que su defensa ha exigido la aplicación del artículo 92 o su traslado a una cárcel de Euskal Herria, pero la respuesta siempre ha sido negativa.

La situación del algortarra Angel Figeroa no es menos alarmante. Pese a que es más joven -tiene 37 años-, sufre una enfermedad neurológica que durante su encarcelamiento, también de catorce años, ha degenerado en epilepsia y esclerosis mesial, ambas enfermedades crónicas e incurables.

Sus allegados encendieron el pasado enero todas las alarmas sobre la grave situación que padecía, ya que un periodo inferior a un mes fueron al menos cinco las ocasiones en las que Anjel Figueroa tuvo que ser hospitalizado.

Sin rendirse ante la adversidad

Una carta escrita por el puño y letra de Gorostiaga, en mayo del 2007, constataba que nunca se ha rendido ante su enfermedad ni ante su estancia en la cárcel. Apuntaba que trataba de recuperar su vitalidad habitual, pese a la carga de los años en prisión. «No me gusta quejarme, sigo peleándome con mis enfermedades, y ya veremos quién gana», escribía.

Tampoco Figeroa ha tirado la toalla ante su grave enfermedad y las denegaciones de excarcelación, como tampoco lo hacen Bautista Barandalla, Jose Miguel Etxeandia, Mikel Gil, José Ramón Foruria, Gotzone Lopez de Luzuriaga, Juan José Rego, Jon Agirre, Josu Uribetxeberria, Peio Sanchez y otros dos presos gravemente enfermos que prefieren ocultar su identidad. Todos y cada uno de ellos han contado y cuentan con el apoyo de sus convecinos. Anjel Kalera! Herri Ekimena de Algorta o la plataforma de Alde Zaharra de Iruñea «Marilo, Jokin Etxera!» son sólo unos ejemplos del incontable trabajo en favor de su puesta en libertad.

PSOE y PP ultiman la reforma para castigar también a ex presos

La nueva reforma del Código Penal, cuyo proyecto de ley quiere aprobar el Gobierno español en el Consejo de Ministros de mañana, prevé imponer entre uno y 20 años de »libertad vigilada» y más de diez medidas de control añadidas a los presos políticos una vez recuperada su libertad.

El contenido de la reforma del Código Penal, que PP y PSOE llevan pactando varias semanas al socaire de la escandalera mediática posterior a la excarcelación de Iñaki de Juana, fue filtrado ayer a través del diario ``El País''. Ninguna fuente gubernamental las confirmó, pero tampoco hubo desmentido alguno.

El repertorio de medidas que propone la reforma va desde la obligación de acudir periódicamente ante el juez a la prohibición de abandonar su residencia sin permiso judicial. También se incluyen la imposición de seguir tratamiento médico externo o de participar en cursos laborales.

El proyecto que ultiman PP y PSOE pretende vetar también a los ex presos «acudir y aproximarse» a lugares y establecimientos determinados o acercarse y comunicarse con «víctimas», allegados de éstas u otras personas que determine el magistrado.

Ninguna de estas medidas podrá ser aplicada con carácter retroactivo, por lo que empezarían a ser aplicadas en la práctica dentro de muchos años, a quienes sean condenados a partir de ahora. GARA

Marilo Gorostiaga

En 2005 le fue detectado un carcinoma ductal infiltrante en el pecho derecho, por lo que le tuvieron que practicar una mastectomía parcial y se enfrentó a un tratamiento de radioterapia. Al mismo tiempo, en una consulta ginecológica le diagnosticaron un mioma uterino y meses más tarde dos miomas en la vagina. Además, sufre diabetes mellitus, dislipemia mixta e hipertensión arterial, por lo que precisa de un estricto seguimiento médico de diferentes especialidades.

Angel Figeroa

Sufre epilepsia temporal y esclerosis mesial tanto en el lado derecho como en el izquierdo, una enfermedad grave e incurable que le provoca convulsiones, cambios de comportamiento y delirios. En junio de 2006 fue intervenido para realizarle una lobectomía en el lado derecho y tras la operación las crisis que sufre se agudizaron, padeciendo constantes episodios que afectan a su salud física y mental. A causa de las mismas ha tenido que ser ingresado en el hospital en repetidas ocasiones.

Etxerat exigirá ante los juzgados la libertad de los presos que hayan cumplido su condena

Horas antes de conocerse la excarcelación de Gorostiaga y Figeroa, Etxerat volvió a comparecer ante los medios para informar de las concentraciones que se llevarán a cabo mañana ante cinco juzgados vascos con el fin de exigir la inmediata puesta en libertad de los presos que habiendo cumplido su condena siguen en prisión. Recordaron que a día de hoy son 26 los hombres y mujeres que integran esta lista, que va en aumento, y animaron por ello a la ciudadanía a acudir mañana, a las 12.00, ante los juzgados de Barakaldo, Iruñea, Gasteiz, Donostia y Bilbo.

Unos días después de celebrar su última Asamblea Nacional en Etxarri- Aranatz, los integrantes de Etxerat incidieron en que seguirán exigiendo el respeto de los derechos de sus familiares presos. El conjunto reunido el domingo mostró, a juicio de Josune Dorronsoro, la influencia de «la política penitenciaria asesina que mantienen por la fuerza» el Estado español y francés.

El incumplimiento de derechos tanto de los presos políticos como de sus familiares es, según matizó la portavoz de Etxerat, lo que «nos llevó a juntarnos. Nos unió el compromiso de denunciar esta realidad y de exigir la puesta en libertad de los presos gravemente enfermos y de aquellos que hayan cumplido ya la totalidad de su condena, y la vuelta a Euskal Herria de todos los presos políticos vascos».

Fueron preguntados también por la inminente y enésima reforma del Código Penal, con la que se pretende ahora imponer medidas de castigo también a los ex presos después de condenas cuyo cumplimiento ya se ha alargado hasta los 40 años. Josune Dorronsoro respondió con otra pregunta: «¿Hasta dónde van a llegar incumpliendo los derechos humanos?». «No les es suficiente con mantenerlos presos una vez cumplida su condena. Ahora vienen con seguimiento post-cárcel», espetó con indignación.

Dorronsoro recordó que en el mismo país existen precedentes para los ex presos vascos, como los confinamientos que imponen los tribunales franceses. En este sentido, aseguró que estas medidas no sólo son padecidas por los presos que recuperan su libertad, sino que los familiares «también sufren esta restricción de su vida íntima». O.LL.

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