OSASUNA - GETAFE

La sequía anotadora debe acabar. Si Osasuna quiere pasar de ronda y plantarse en los octavos de final deberá concluir con su infausto desacierto ante el marco rival. No cabe otra ante un Getafe que en los últimos tiempos ha sabido manejarse, y muy bien, en la competición del K.O., y que sabe que marcando en El Sadar puede tener muchos boletos para salir airoso.

Son muchos los factores que hacen de este partido algo más que una eliminatoria copera, dadas las circunstancias. Para empezar, una victoria navarra supondría la llegada del ansiado gol, una jugada que está en peligro de extinción en el estadio rojillo.

En segundo lugar, superar al Getafe traería consigo una consiguiente elevación de la autoestima de una plantilla que, aunque trata de dar una imagen de firmeza y confianza, lógicamente está afectada por la ausencia de resultados. El triunfo ante los madrileños repercutiría en la seguridad de que el trabajo de las últimas semanas empieza a dar sus frutos y que ello puede tener su continuidad en San Mamés.

Y, por último, que El Sadar vuelva a ser protagonista de una alegría -algo que no se disfruta desde mayo pasado- no deja de ser un premio merecido para una afición que sigue con el equipo contra viento y marea, pese a que no le haya dado demasiadas satisfacciones en los últimos tiempos.

Cambios en ataque

Pese a que Camacho no desveló el once que alineará, sí que aportó algunas pistas, en el sentido de que mantendrá el bloque defensivo habitual y que los cambios se aplicarán fundamentalmente en ataque. Así, habrá variaciones sensibles en las bandas -Masoud por la derecha y Jokin por la izquierda- y la opción de que Font o Ezquerro acompañen al punta, donde podría repetir Pandiani.

El técnico confesó que nunca había vivido una situación similar como entrenador, pero sacó pecho con respecto a los suyos, en el sentido de que «Osasuna lleva muy pocos goles en contra para jugar dando la cara como lo está haciendo».