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Euroliga

Estudiar de víspera no basta para el que busca ser catedrático

El conjunto baskonista registró su primera derrota en casa de lo que va de año. Su pésimo arranque y la ansiedad a la hora de remontar contrastó con el buen hacer de Jennings, Hutson, Brezec y Becirovic.

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TAU BASKONIA 90

LOTTOMATICA 93

Arnaitz GORRITI | BILBO

Se puede aprobar en la educación básica estudiando de víspera. Incluso se puede ir tirando en el instituto esforzándose a última hora. Más aún, hay gente con talento capaz de sacarse la carrera estudiando sólo lo imprescindible. Ahora bien, para ser catedrático hay que trabajar duro y, como se confíe uno, el resultado se notará.

Exactamente eso le sucedió a Tau Baskonia en la noche de ayer ante la Lottomatica. Los de Ivanovic tardaron una eternidad en encontrarle el aire al choque, frente al cuadro dirigido por un Jasmin Repesa, que se trajo la lección aprendidísima.

Aun así, el cuadro gasteiztarra pudo haber ganado aunque no lo hizo; y no logró remontar porque, pese a atacar para adelantarse, le faltó calma. Entre la abulia y la hiperactividad, los de Ivanovic perdieron el choque y el liderato del Grupo C.

El equipo romano supo qué hacer en todo momento. Con el temple del joven Jennings -que ha preferido foguearse en Europa a jugar la NCAA-, Primos Brezec hizo picadillo la zona gasteiztarra. Impotentes Splitter y Barac -apenas jugó cuatro minutos- ante el gigante esloveno, Rakocevic detenido en seco por De la Fuente, sólo McDonald sumaba buenas acciones. El primer cuarto acababa 12-20.

Y si el primer cuarto fue mal, el segundo discurrió peor. Otro esloveno, Sani Becirovic, demostró su buen hacer en el tiro y a la hora de provocar faltas. El lanzamiento exterior baskonista no entraba y los primeros minutos de Hite pasaban desapercibidos en un pésimo juego. 39-49 al descanso.

Arranca Rakocevic

Las cosas parecieron variar tras el descanso. A la garra de McDonald se le sumó un Rakocevic que al fin lograba zafarse del pegajoso marcaje de De la Fuente.

La defensa mostró su aspecto más duro, pero inconsistente. Jennings podía con un Shakur y un Prigioni -la bronca que tuvo el argentino con Ivanovic fue de órdago- que no eran ni su sombra, y Brezec, con la ayuda de Hutson, se hinchaba a meter puntos. De esta guisa, la primera reacción baskonista, que puso el marcador 58-62, no surtió efecto. Tras varias acciones meritorias de los visitantes, el último cuarto comenzaba con 62-71 en el marcador. Pero lo peor era que los de Ivanovic no daban la sensación de poder ganar y varios de sus jugadores, para postre, tenían problemas de faltas.

Pero en los diez últimos minutos, el conjunto gasteiztarra despertó. Primero, defendió el poste provocando una pérdida a Brezec -al que Repesa sentó para los últimos minutos- que provocó los primeros aplausos de un Ivanovic por lo demás colérico y perdido. Después del esfuerzo atrás, Shakur se lucía con un «dos más uno».

Los triples también comenzaron a entrar, de la mano de Rakocevic, Prigioni, Teletovic, y un Hite que tuvo buenos minutos. Así las cosas, a falta de cuatro minutos, el combinado gasteiztarra se ponía a uno: 81-82, y posesión de balón.

Pero los plomos baskonistas se fundieron ahí. Las prisas, la obsesión por los triples y la ausencia de rebotes propiciaron malos ataques y defensas a la desesperada, que Becirovic castigó anotando tiro libre a tiro libre. Aplicarse a última hora en la Euroliga no sirve.

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