Pésimo encuentro el que depararon Recre y Athletic anoche en el Nuevo Colombino. El partido se convirtió, por derecho propio, en una de esas citas para olvidar y que sólo tendrán que volver a padecer -seguramente despedazado- los próximos contrarios de vascos y onubenses. Podía haber sido peor, ya que el encuentro podría haber quedado grabado en la memoria de los aficionados rojiblancos, cuya experiencia en tragos coperos más que amargos es bastante extensa. Xerez, Torrelavega o el ahora de moda Real Unión son ejemplos de ello.

Sin embargo, un gravísimo error de Roberto, el meta del Recre, permitió al Athletic acortar distancias y evitar la llegada de una prórroga que parecía inevitable. El acierto de Fernando Llorente desde los once metros permitió minimizar los importantes fallos defensivos cometidos por los leones en la primera mitad. Que un equipo de élite reciba un tanto tras un saque de banda, como le ocurrió ayer al Athletic, es para preocuparse.

La imagen mostrada por los rojiblancos anoche inquietó incluso al más optimista y la sensación ofrecida a tan sólo cuatro días vista del trascendental derbi ante Osasuna fue, cuando menos, muy deprimente.

El encuentro se desarrolló en medio de un frío ambiente y la pasividad total de unas gradas casi vacías. Los leones tenían la eliminatoria encarrilada y Caparrós apostó por un cambio de alas con la presencia de Gurpegi -que sufrió una barbaridad- en la derecha y el defenestrado Koi. La otra gran novedad fue la presencia del joven Iturraspe, pero el de Matiena paso prácticamente desapercibido.

El ritmo era lento e impreciso y la emoción sólo apareció de la mano de los graves errores que cometió el Athletic mediada la primera mitad. Una jugada a balón parado permitió a Akalé marcar de cabeza. El africano estaba libre de marcaje y pudo conectar su remate a placer. Habían pasado 23 minutos y el Recre ya había dado el primer paso para complicarle la vida al conjunto vizcaino.

Poco después, a la media hora, se encendieron todas las alarmas. Un saque de banda, situación del juego sobre la que teorizó Benito Floro y que ahora el irlandés Rory Delap ha llevado al top de los vídeos en la red, permitió a los onubenses lograr su segundo tanto. Ersen Martin se aprovechó de las facilidades que le dieron Ustaritz y Javi Martínez en la marca, además de la indefinición de Gorka Iraizoz a la hora de salir de su portería, para igualar a dos la eliminatoria.

Con la posibilidad de ser apeados de la Copa ya latente, Caparrós buscó un mayor control de la pelota con la entrada de Orbaiz, pero el guión del bodrio siguió inalterable. Así las cosas, los detalles iban a marcar la resolución de la contienda. Y en ese apartado la diferencia estuvo en la calidad de los porteros.

Mientras Iraizoz salvó sendos remates de Akalé de forma espectacular y evitó que los andaluces tomasen ventaja, Roberto metió al Athletic en octavos. Se tragó un balón fácil y acabó derribando a un listo Vélez. Llorente transformó el penalti con calidad y, de paso, facturó el billete para la siguiente ronda.