«Chequeo médico» a la política agraria comunitaria
Los Veintisiete pactan leves retoques a la propuesta de revisión de la PAC
Los países de la UE pactaron ayer rebajar las subvenciones directas a los productores en un 10% hasta 2013, en favor de otras políticas rurales así como aumentar las cuotas lecheras un 1% anual hasta su desaparición en 2015. El acuerdo modificará ligeramente la revisión de la Política Agrícola Común propuesta por la Comisión Europea, pero mantiene la misma filosofía liberalizadora, que supone desregulación, recortes de ayudas y desvincularlas de la producción.
GARA | BRUSELAS
El Consejo de Ministros de Agricultura de la UE consensuó la revisión o el llamado «chequeo médico» de la PAC, que empezó a discutir hace un año y que supondrá ajustes en los apoyos que reciben los agricultores y ganaderos europeos, aunque sin cambios de presupuesto global hasta 2013, año en que se comenzará otra revisión de la PAC.
El pacto alcanzado ayer por los Veintisiete, tras 18 horas de negociación, suaviza los proyectos iniciales de la Comisión Europea (CE), pero a medio plazo supone un avance hacia las tesis de Bruselas respecto a la liberalización de la agricultura y de mercados como el lácteo, y mantiene la misma política de reducir las ayudas y desvincularlas de la producción.
El acuerdo no fue votado, sino aprobado cuando la presidencia de turno de la UE constató que había una mayoría de países a favor.
Del 13% al 10%.
Entre los aspectos principales del compromiso, destaca un incremento de la reducción o modulación de ayudas directas, para trasvasar el dinero obtenido a las políticas de desarrollo rural, con el fin de potenciar en el campo actividades distintas a la agricultura, como la turística, y políticas sobre el cambio climático y la gestión del agua .
Actualmente se aplica una reducción del 5% de los pagos. Según el acuerdo, este porcentaje irá subiendo hasta alcanzar el 10% en 2012. La propuesta de Bruselas era inicialmente llegar hasta un 13% ese año, mediante una bajada anual del 2%, pero durante la negociación se ha ido limando esa cifra.
De esta forma, el año que viene se aumentará otro 2% el recorte a las ayudas directas de los agricultores. A partir de 2010 la reducción será de otro 1% anual hasta alcanzar el mencionado 10%. Esta reducción afectará a los agricultores o ganaderos que reciban más de 5.000 euros en subsidios en 2009.
La Comisión Europea también sacó adelante su idea de recortar más los subsidios a los grandes terratenientes, aunque de una forma menos ambiciosa de lo que previó, pues la UE sólo ha apoyado esa bajada adicional (hasta el 14%) para los que obtienen más de 300.000 euros. La Comisión proponía ese recorte para quienes reciban más de 100.000 euros. En la actualidad, en el Estado español sólo siete grandes perceptores de la PAC reciben cada año más de 15 millones de euros.
Esta parte del acuerdo y las cuotas lecheras fueron los principales puntos de conflicto durante toda la negociación de la reforma; Alemania mostró una mayor dureza y se resistió más a la aceptación de las propuestas comunitarias sobre grandes terratenientes y, junto a Gran Bretaña, defendió a sus grandes propietarios.
Aumento de cuotas lecheras
Por otra parte, los ministros confirmaron que el sistema de las cuotas lecheras, que limitan la producción desde 1984, llegará a su fin en 2015, por lo que respaldaron que esos cupos se incrementen un 1% anual, para que los ganaderos se acostumbren a la desregulación del sector. Sin embargo, el pacto establece que las cuotas sean revisables y que en diciembre de 2010 y 2012 se puedan cambiar las subidas según la evolución del mercado.
Italia apostaba por la eliminación total de las cuotas de forma inmediata, y fue autorizada a aumentarlas en un 5%.
En la negociación tomaron protagonismo las ayudas a los tabaqueros, vigentes hasta 2010, pues los productores y sus gobiernos reclamaron una prórroga hasta 2013. La comisaria europea de Agricultura, Mariann Fischer Boel, se negó tajantemente a acceder a esta prolongación y en el acuerdo se pretende solucionar el problema en forma de una prima nueva, a partir de 2010, momento en que sólo se mantendrán un 50% de las subvenciones en forma de pago directo.
Sin embargo, esa ayuda no significa dinero nuevo para los tabaqueros, sino que se sacará de la otra mitad, dentro de los fondos de desarrollo rural, que se ampliarán a costa de las ayudas directas, y además, está sometida a condiciones de reestructuración.
Su montante ascenderá a 4.500 euros por explotación en 2011; 3.000 euros en 2012 y 1.500 euros en 2013.
La reforma de este sector fue el objeto de denuncia de una manifestación de agricultores ante la reunión el pasado martes.
Con la reforma, la UE avanza también en la conversión de las subvenciones en el llamado «pago único» que ya se aplica parcialmente en la agricultura europea y que se da según la superficie o la explotación, sin que el productor esté obligado a declarar un volumen de cosecha o de producción ganadera.
Este tipo de apoyo implica un avance hacia la liberalización de la agricultura europea, aunque en las primas a algunos sectores, como el vacuno, el arroz o los frutos secos se permitirá un período transitorio hasta 2012.
«Hemos alcanzado un acuerdo casi unánime», declaró el actual presidente del Consejo de Ministros de Agricultura, Michel Barnier, quien aseguró que la reforma dará estabilidad de aquí a 2013 a los productores, en medio de un momento de crisis financiera.
Sólo Letonia rehusó adherirse al compromiso, ya que reclama un reequilibrio suplementario de las ayudas en favor de los nuevos estados miembros. «No ha sido fácil», reconoció la comisaria Fischer Boel, subrayando que la cuestión del sector lechero ha sido extremadamente difícil». La aprobación final de la reforma se producirá en un Consejo de ministros, sin debate.
La PAC es la política que más absorbe del presupuesto comunitario, 55.800 millones de euros.
En el Estado español, las organizaciones agrarias ASAJA, UPA y COAG, y la Confederación de Cooperativas (CCAE) lamentaron la reforma de la PAC porque, a su juicio, se ha perdido la oportunidad de apostar por un sector agropecuario estratégico, competitivo y sólido. COAG, organismo en el que participa el sindicato vasco EHNE, mostró un rechazó «contundente» porque deja la alimentación europea en manos de un mercado desregulado y de las importaciones de terceros países. Explicó que el «tijeretazo» del 10%, junto a la inflación, hará que el recorte real alcance el 35%, «algo inasumible para pequeñas y medianas explotaciones». Criticó que en un contexto de crisis alimentaria y subidas de precios de los alimentos, los 27 aprueban una reforma de la PAC que fomenta el abandono y no la producción. En cuanto a la eliminación de las cuotas lácteas, indicó que supone «la puntilla para el sector lácteo español», porque los precios de la leche en el campo se sitúan por debajo de los costes.
La Federación Nacional de Sindicatos de Explotaciones Agrícolas del Estado francés advirtió sobre consecuencias graves para productores y consumidores, y criticó el doble lenguaje de los políticos, que preconizan la regulación para afrontar la crisis financiera al tiempo que «destruyen la única política regulada: la PAC». Denunció que las ayudas se reduzcan cuando aumentan los gastos y los precios de los cereales bajan. El sindicato vasco ENBA opinó que la reforma fomentará el abandono productivo y beneficia a la industria y no a los ganaderos. A su juicio, el incremento paulatino de las cuotas lácteas significará «una muerte a plazo» para el sector, ya que bajará el precio pagado al ganadero.