Las jubilaciones no cuentan en la escena de la música internacional
Cuando se descubrieron las secuencias musicales que dieron con el pop y el rock and roll, todos los músicos gozaban de una exultante juventud. De hecho, algunos pensaban que siempre serían jóvenes y que su glamour permanecería en una cajita de alcanfor. Pasados los años, y con la mala baba del tiempo, aquellos jóvenes son hoy, salvo los fallecidos, un armónico encuentro de arrugas y laringes castigadas. Con todo, muchos siguen en activo y en plena forma.
Pablo CABEZA | BILBO
La edad no es lo que cuenta, cuenta la actitud, dicen algunos. Pero lo cierto es que cuesta imaginar cómo hubiesen llevado sus carreras ilustres iconos de la historia del pop como Jim Morrison, Jimi Hendrix, Elvis Presley, Sid Vicious, Janis Joplin... Curiosamente, en otras disciplinas musicales no resulta tan complicado ver trabajar y en activo a otros muertos bien reconocidos, caso de Miles Davis, Frank Zappa, Marvin Gaye, John Lennon, George Harrison, Brian Jones, Nino Bravo, Cecilia, Jesús de la Rosa...
Veteranos rockeros
Para repasar la historia de Alice Cooper (Vincent Furnier) habría que remontarse en la máquina del tiempo y viajar hasta 1964, año en el que comienza a transmitir sus primeros acordes por la ciudad de Detroit. Desde entonces, este tipo pionero en el uso del hard-rock, del glam rock, de los álbumes conceptuales, del espectáculo teatral y víctima pionera de la censura rock en el régimen franquista, se prohibió la publicación de su álbum «Muscle of love», continúa hecho un niño y no muy alejado de su primitivo hard-rock repleto de rímel. En «Along came spider» regresa con una espléndida colección de canciones correosas, de buenos estribillos y guitarra solista sucia y agitada. Álbum muy stoniano y setentero.
Motorhead es otra de las formaciones que nunca ha inclinado la rodilla para regresar tiempo después a por las migas no recogidas. Lemmy Kilmister inició su carrera profesional en los primeros años setenta. Su primera formación de peso fue Hawkwind, para comenzar en 1975 la carrera del power trío Motorhead, vertiginosa mezcla de metal y punk propietario. Lemmy no ha dejado en todos estos años su pasión por el alcohol, las mujeres y la música dura (pasión al margen por el country). Desde hace unos meses continúa su discografía con «Motörizer» que mantiene las venas tan hinchadas como el legendario «Ace of space». Terrible Motorhead, no hay paz, no hay tiempo para el respiro: distorsión, saturaciones, guitarras, ritmos... todo en primer plano y de fondo sucia y tapada la estirada garganta iracunda de Lemmy. Pedazo de roca. Disco atroz, sanguinario y hasta jarkoreño en piezas como «Rock out», himno que llega a su repertorio después de más de treinta años.
Las británicas Girlschool editaron su primer single en diciembre de 1978, «Take it all away», por lo que están a punto de celebrar su treinta aniversario. El estilo y la canción llamó la atención de Lemmy Motorhead, que se las llevó de gira mientras los Motor presentaban su disco «Overkill». Muchos recordarán sus espléndidos conciertos en Euskal Herria por los ochenta. Hard-rock y metal endurecido se cruzan por el sonido de «Legacy» que -y no es que estemos que lo regalamos todo- un disco demoledor que cabe situarlo entre lo mejor del cuarteto de chicas. Tampoco es de extrañar, pues para su nuevo álbum cuentan con la ayuda de músicos de Twister Sister y de Motorhead, entre otros, porque también colabora Tomy Iommi, de Black Sabbath, y Ronnie James Dio, casi nada. El disco es un homenaje a su guitarrista y vocal Kelly Johnson, fallecida en 2007 tras seis años de lucha contra el cáncer.
Veteranos pausados
El siguiente invitado cuenta con 83 años y acaba de ver publicado «One kind favor». Su longevidad artística puede derivar de sus hábitos: no fuma, no bebe, es vegetariano y practica, pues se estima que tiene cerca de quince hijos. Se llama Riley B. King, más conocido como BB King. Comenzó a grabar en 1947, consiguiendo un buen número de éxitos a lo largo de toda la década de los cincuenta. Para muchos es el guitarrista más importante que ha dado el blues. Y como medir habilidades es un poco tonto, de lo que no cabe duda de que es uno de los guitarristas más populares de la historia del rock y el blues. En «One kind favor», su guitarra y su voz suenan con la personalidad de siempre. Blues eléctrico puro, canciones de amores perdidos y encontrados y baladas intensas como «Waiting for your call» o «Backwater blues».
James Taylor (James Vernon Taylor) es del 48; en marzo celebró su sesenta cumpleaños. El cumple lo ha festejado grabando un disco de versiones, «Covers», que contiene canciones que de una u otra forma han cautivado el estado emocional del artista en algún momento. En general, la selección está teñida de soul/funk, folk-rock y rock and roll. Dentro del folk-rock aporta dos temas extraordinarios: «Seminole wind» y «Whichita lineman», clase y sensibilidad hasta perderse en el reguero de una lágrima. «On Broadway» es un clásico que resiste y resulta. Cierra disco con dos cortes rockeros donde la guitarra solista sorprende por su dureza, se trata de «Summertime blues», de Eddie Cochran, y «Note fade away», popularizada por Buddy Holly. «Suzanne», de Leonard Cohen es otro momento especial.
Robert Smith tuvo su primera formación en 1973 y a The Cure en 1978. Treinta años después, y tras alguna profunda pausa, regresan con «4:13 dream», que retoma el estilo más bailable del grupo. De hecho, previamente al álbum se publicaron cuatro discos que terminaron en las pistas de baile más actuales o elegantes: «The only one», «Freakshow», «Sleep when I'm dead» y «The perfect boy». Ritmos marcados junto a texturas de riesgo.
Uno de los hermanos Jackson, Jermaine, está empeñado en resucitar a los Jackson 5. Michael se opone, detalle que le dignifica aunque sea cruelmente imposible. Lo que no sabemos es si discrepa de la unión por considerarla indigna o porque no está ni para unos cantos de niñez. No obstante, quizá decida regresar ahora que un jeque árabe, uno de esos que en la vida han dado un palo al petróleo, le ha demandado por deudas que ascienden a siete millones de dólares. No obstante, quien sí ha decidido menear de nuevo sus caderas es Tina Turner, de 68 años, la mayoría de ellos respetables y cargados de sueños y logros. Ha sido una de las grandes estrellas de la música soul, primero, y del pop, después. Entrada la presente década Turner decidió recoger con pinzas su carrera y situarse al otro lado de la escena, dejando tras de sí innecesarios duetos con gente como Eros Ramazzotti o Antonio Banderas. En 2008 colabora con Herbie Hancock y Beyoncé. La buena respuesta y el éxito mediático impulsan a la budista, así que Turner vuelve a los escenarios. No conforme con no poder ser la mujer que fue, su carrera se relanza con un sobado grandes éxitos titulado «Tina!», doble cedé que reagrupa canciones tan trilladas como : «River deep mountain high», su primer gran éxito, «Private dancer» o «Proud Mary». También incluye dos temas nuevos: «It would be a crime» y «I'm ready», ambos de escaso interés.
Un nombre raro, escasamente conocido, pero los veteranos admiradores del rock sureño, del blues funk, del country soul... seguro que no han olvidado a una de las grandes formaciones del género, Little Feat. La banda se formó en Los Ángeles en 1969 según imaginaron el guitarrista Lowell George (ex Mothers of Invention, de Frank Zappa) y el teclista Bill Payne. Juntos trazaron parte de los discos más eficientes y densos del rock sureño de los primeros setenta. Títulos como «Little Feat», «Sailin' shoes» o «Dixie chicken» fueron ejemplos de sonido para formaciones posteriores como Black Crowes o Phish. La muerte de Lowell en 1979, de un ataque al corazón, dejó hundido al mundo sureño, pero la banda siguió con su cálido rock. En la actualidad han grabado «Join the band», excitante disco donde colaboran músicos como Jimmy Buffet, Inara George, hija de Lowell, Bob Seger, Emmylou Harrys, Chris Robinson (Black Crowes), Jim Meyer, Dave Matthews, Bela Fleck, Vince Gill... Un trabajo cautivador que repasa parte de las canciones más emblemáticas de la banda, pero grabadas de nuevo con todos sus amigos.
