Han transcurrido ya más de cuatro meses desde que la joven irundarra de 20 años Nagore Laffage muriera a manos de José Diego Yllanes, médico siquiatra en la Clínica del Opus Dei, según reconoció éste más tarde. Fue el pasado 7 de julio, en plenas fiestas de San Fermín, pero todavía no se ha difundido ni una sola imagen de Diego. Éste es uno de los motivos que llevan a Asun Casasola, la madre de Nagore, a temer por el desenlace del proceso judicial. Y tras la concentración realizada hace algunas semanas en Irun, ha decidido ahora llevar su reivindicación a la capital navarra.

En una comparecencia realizada ayer en el Parlamento navarro y con apoyo de los grupos, Casasola apuntó a las razones que han podido motivar ese proceder: «Yo creo que en el caso de este chico, que ha reconocido su crimen, están tratando de ocultar su cara por ser quién es, porque tiene un alto estatus social y un gran poder económico», indicó. Y destacó que «en otras muchas ocasiones, aun cuando sólo son presuntos, salen sus imágenes y fotografías en todos los periódicos, y sin embargo sobre él no hay nada».

Además, la progenitora de Nagore Laffage quiso aclarar que si está reclamando que salga a luz el rostro del siquiatra «no es por morbo, porque yo a él ya lo voy a ver en el juicio, sino porque todas las mujeres deben saber quién es está persona y qué es lo que hizo».

El motivo de su comparecencia se debía a la presentación de la concentración en repulsa por el crimen que tendrá lugar mañana en la Plaza del Vínculo de Iruñea. Será a las 12.00 bajo el lema «Por tu ausencia». «Pido a esos hombres y mujeres que se indignaron y enfurecieron por el brutal asesinato de Nagore que acudan a la concentración del sábado y nos acompañen como acto de rebeldía, una rebeldía como la que demostró mi hija aquel día para resistirse a su verdugo», resumió.

Asimismo, Casasola quiso solidarizarse con «todas las mujeres que todavía no han tenido la valentía de romper con el vínculo de la violencia».