La iniciativa para exigir la oficialidad del euskara en todo el territorio de Nafarroa «cuenta con el apoyo de más de 90 personas a nivel individual y colectivo», hicieron saber ayer Paul Bilbao y Aitziber Sarasola, en nombre de los impulsores de la misma. Se mostraron satisfechos por la amplia respuesta recibida desde diversos sectores de la sociedad, entre los que destacaron el respaldo y el compromiso de los sindicatos CGT, STEE-EILAS, EHNE, ELA, ESK, Hiru y LAB, «que representan a un número elevado de los trabajadores navarros». Se han adherido deportistas, profesores de euskara, alumnos y profesores de UPNA, agentes culturales, escritores e historiadores, colectivos feministas y una amplia representación de los agentes que trabajan a favor del euskara.

Ayer algunos de ellos se reunieron ante el Monumento a los Fueros de Iruñea, bajo la inscripción que reza «Gu gaurko euskaldunok, gure aitasoen illezkorren oroipenean, bildu gera hemen gure legea gorde nahi degula erakusteko». De igual manera, los allí congregados mostraron su voluntad de «defender lo nuestro» y de crear «nuevas leyes» que lo posibiliten. La iniciativa, que se concreta con la manifestación que mañana saldrá de los cines Golem a las 17.00, pretende ser «una gran convocatoria que permita colocar la exigencia de la oficialidad en el punto de debate que le corresponde», apuntó Sarasola, «y será un fuerte irrintzi, otra vez dejaremos claro que el euskara necesita recuperar su sitio».

Sobre el debate que se ha dado en el Parlamento de Nafarroa sobre la Ley del Vascuence, Bilbao indicó que «no hay voluntad política. Ese debate nos llevó a la reflexión de que el primer paso y el único para la normalización del euskara es la oficialidad en todo el territorio; no se puede entrar en detalles sobre la Ley que divide zonas».

Desprecio desde Euskarabidea

La negativa del director de Euskarabidea a apoyar el texto lo corrobora: Expresó su desacuerdo con su contenido, alegando que «la mitad de la población navarra dice no al euskara» y que el debate «compete al Parlamento». Sarasola y Bilbao se preguntaron por el origen de ese dato, pero de todas formas consideraron «un desprecio que el encargado de la política lingüística se refiera así al idioma, obviando el derecho de toda la ciudadanía a que el euskara sea reconocido, independientemente de dónde resida».

Sarasola tildó de «rueda diabólica» que Euskarabidea señale a las instituciones y éstas a Euskarabidea, eludiendo sus responsabilidades: «El Parlamento no actúa si no se le pide, y en Euskarabidea saben que con el actual marco no hay margen para poner en práctica las intenciones que muestran». Bilbao añadió que «no podemos dejar en manos del Parlamento el cumplimiento de derechos básicos como los lingüísticos, que no se garantizan legalmente».