CRíTICA ópera
Peculiar ópera de cámara
OTXANDIO
Una colección de Áreas Barrocas componen el finísimo espectáculo del título “Era la notte”, que autores preciados de música del período barroco nos han legado con ilusión y destreza. Ellos son Pietro Antonio Giramo (1630-), Bárbara Strozzi (1619-1677) y Claudio Monteverde (1567-1643). Vertebradas las obras “Lamento de la pazz, Lamento d’Arianna, Lamento Lagrime mie e Il Combattimento di Tandredi e Clorinda” por piezas instrumentales de Biagio Marini (1597-1665) 8sinfonías, pasacalles o zarabanda), la soprano Anna Caterina Antonacci escenifica con donosura las cuatro obras recopiladas en “Era la notte”, como un espectáculo doliente y voz esplícita tanto lírica como dramática. Si tocada de vestuario blanco expresó la locura para solista en los lamentos, en una segunda parte, con negro vestuario, interpretó con arrojo y valentía “La lucha de Tancredo y Clorinda”, con expresividad vocal y gestual dignas y declarando los lamentos finales del combate ante un esclarecimiento de la mujer, Colorinda, malherida y agonizante. Los músicos de Les Siècles llenaron de satisfacción y decoro magistrales, proporcionando a la singular voz y escenificación de Anna Caterina Antonacci un fondo necesario y elegante. Ella llenó con su variada voz y escenificación somera la sala del Teatro Arriaga, que se congratuló de la oferta especial ofrecida, respondiendo con aplausos de reconocida satisfacción.