Merkel rebaja el plan de rescate europeo promovido por Sarkozy
La reunión celebrada ayer en París entre el presidente francés, Nicolas Sarkozy, y la canciller alemana, Angela Merkel, concluyó sin el visto bueno del motor económico de la UE para destinar más recursos a la estimulación del crecimiento alemán como pretendía Sarkozy.
GARA |
En víspera de que el Ejecutivo comunitario presente su propuesta para que los 27 reactiven sus respectivas economías bajo la supervisión de Bruselas, la canciller alemana, Angela Merkel, dejó claro que no tiene intención de adoptar en su país medidas que supongan el desembolso de más dinero, como se hizo el pasado 12 de octubre en la cumbre del Eurogrupo para apoyar de manera coordinada al sector bancario.
«No hace falta confundir acción y precipitación», advirtió Merkel en la capital francesa en la rueda de prensa ofrecida al término del X Consejo franco-alemán que tuvo como principal asunto de debate el parón económico que sufre la UE como consecuencia de la crisis financiera desatada en EEUU. Aunque reconoció la necesidad de una «respuesta europea» frente a la crisis, repetió su rechazo a recurrir al instrumento presupuestario para hacerle frente escudándose en una estricta ortodoxia financiera.
Merkel se decanta por medidas que «no cuesten dinero» a los Estados, como la flexibilización de ciertas reglas respecto a las pyme o menores cargas fiscales para los artesanos y sostiene también que antes de embarcarse en nuevas acciones conviene evaluar el resultado de las ya adoptadas, análisis que hará Berlín en enero.
Coordinación y diferencias
Además, subrayó que los 130.000 millones de los que se habla si se baraja un 1% del PIB «no es un diktak de Bruselas» y puso de relieve que Alemania ha comprometido ya una gran parte de estas medidas. «Hay que continuar el examen de las mismas porque cada día hay nuevas previsiones económicas, todos los institutos de análisis económico cambian sus previsiones casi cada hora y estamos aprobando nuestro primer tramo de medidas», zanjó Merkel.
Sarkozy intentó minimizar las divergencias con Berlín poniendo el acento en el acuerdo sobre la necesidad de coordinación y echando mano incluso de las diferencias de organización territorial. «Nuestras organizaciones no son las mismas. Por un lado se trata de un país federal y por otro de uno más centralizado», argumentó. «Estamos de acuerdo sobre la coordinación. Sobre la necesidad de tomar otras medidas, Francia trabaja y Alemania reflexiona», resumió el presidente galo. Así, explicó que, frente a la crisis, ambos estados quieren reaccionar «con rapidez y con fuerza» al servicio de «un relanzamiento económico apropiado para cada país en función de su situación y coordinado» y puso de relieve la necesidad de medidas para reactivar el crecimiento «lo más rápido posible».
Por lo demás, Sarkozy apoyó «totalmente» la propuesta de Merkel de elevar el límite de las denominadas ayudas «de mínimos», es decir, aquéllas que no tienen que ser notificadas a Bruselas al no considerarse ayudas estatales. «Se puede hacer mucho sin movilizar dinero», dijo.
La negativa de Berlín a movilizar más recursos supone un revés para Sarkozy, que pretende aprobar este ambicioso plan de reactivación durante el Consejo Europeo de los próximos 11 y 12 de diciembre con el que el Estado francés clausura el semestre de presidencia dando el relevo a la República checa.
El gobierno de George Bush anunció ayer una ayuda masiva a Citigroup por un importe de 326.000 millones de dólares, en lo que supone el último capítulo en el serial de rescates de gigantes financieros. Citigroup ya había recibido 25.000 millones del paquete de 700.000 millones.
«El Gobierno sigue listo para intervenir en el futuro, si es necesario», afirmó el presidente interino de Estados Unidos, George Bush. «Actuamos como lo hemos hecho anteriormente, y en el futuro volveremos a hacerlo si fuese necesario», dijo.
El Gobierno británico anunció ayer una rebaja inmediata del IVA dentro de un plan de estímulo fiscal de 23.500 millones de euros para impulsar su economía, que entrará en recesión a finales de este año. El plan se aplicará en 2009-10.
El presidente electo de EEUU, Barack Obama, presentó ayer a su equipo económico, un grupo que cuenta con «un criterio sensato e ideas frescas», y cuya primera tarea será dar forma a un nuevo paquete de estímulo económico, aunque no precisó una cifra concreta.
Tim Geithner, presidente de la Reserva Federal de Nueva York, será secretario del Tesoro, y Lawrence Summers, ex secretario del Tesoro con Clinton, director del Consejo Nacional Económico de la Casa Blanca. Además, Christina Romer, economista de la Universidad de California en Berkeley, será la directora del Consejo de Asesores Económicos y Melody Barnes, directora del Consejo de Política Doméstica. Geithner es un conocido defensor del libre mercado y el equilibrio presupuestario, y ocupó puestos de responsabilidad en el Tesoro y el FMI. Obama alabó también la trayectoria de Summers, que fue un «arquitecto central» de las políticas que condujeron al periodo más largo de expansión en la historia estadounidense en los 90. Es sobrino de dos Nobel de Economía.