El tudelano Jesús Merino fue presentado ayer como nuevo secretario técnico del Eibar. Un puesto nada sencillo, habida cuenta de las limitaciones económicas del club armero. Se trata de un trabajo que requiere remover el cedazo una y otra vez hasta encontrar las escurridizas pepitas doradas.

Llega avalado por su experiencia en el Racing de Santander, equipo que por vez primera en su historia disputa competición europea. Fue cocinero antes que fraile, ya que militó como futbolista en las categorías inferiores del Tudelano, en el Athletic -llegó a debutar con el primer equipo- y en el Racing.

Merino definió su nueva apuesta como «un desafío precioso» y destacó que la gran virtud del Eibar es su «seriedad, que aquí todo lo que se promete se cumple, es un club modelo que no sólo paga, sino que paga bien y que se compromete, que no existen los problemas que hay en el 80 o el 90% de los clubs».

Como es lógico, fue preguntado por las posibles carencias de la plantilla. También es lógico que evitara pronunciarse antes de haber «aterrizado». Lo que ya sabe es que «el mercado al cual podemos acceder es muy concreto. Pero tengo que hacer llegar a ese futbolista y a ese representante en cuestión que todo lo que aquí se ofrece y se plantea, se cumple con la máxima seriedad y el máximo rigor. Lo que tenemos que hacer es tener los ojos muy abiertos, los oídos despiertos y el teléfono encendido para ser los primeros ante cualquier cosa».

Ha firmado hasta junio de 2010 y asegura que no se le pasa por la cabeza la hipótesis del descenso, aunque apostilla que el Eibar puede perder la categoría, pero «nunca la identidad que tiene».