«Las emociones son importantes; sin ellas ni nos moveríamos»
Nacida en Hamburgo, estudió Filología Hispánica y se diplomó en fisioterapia. Es profesora de yoga y terapeuta sicocorporal, y actualmente imparte charlas y talleres. También trabaja como periodista y es autora de varias publicaciones. Premiada en Alemania por traducir «Ni ez naiz hemengoa» de Joseba Sarrionandia, es la encargada de la página dedicada a la salud integral en «Zazpika».
Jasone MITXELTORENA |
Esta semana presentó su libro «Lo que mueve tu cuerpo. Comprender y curar el aparato locomotor» en la Bibiloteca de la Mujer de IPES, en Iruñea. Mostró su agrado por volver «a donde impartí clases de yoga nada más venir aquí, hace 15 años; es una vuelta a mis raíces navarras». Hoy estará en Bilbo, en el Centro Cívico de San Francis- co, a las 19.00, de la mano de Emari. Dispone de página web (www.ruth-baier.info) y correo (rbaier.info@gmail.com).
Baier indicó que «por el interés de los lectores sé que mis artículos responden a una necesidad», y la reiterada petición de los mismos «ha sido una fuerte motivación para escribir el libro». Lo edita ella misma, «porque pienso que en la vida vale la pena arriesgarse, sobre todo cuando hay corazonada», y ha realizado los dibujos que lo ilustran. Ella agradece a todo el colectivo su publicación: «A los lectores, a los amigos, a mi compañero que ha estado ahí, a Txaro Buñuel por la maquetación... a todos los que me han nutrido con su cariño y su amor; creo que eso se notará al leerlo».
Lo escribió «pensando en las necesidades de la persona que se preocupa por su salud» y trata las afecciones más frecuentes del aparato locomotor, «que refleja de forma inmediata cómo nos movemos por la vida: el esqueleto representa nuestro núcleo firme y estable; las articulaciones la coherencia del yo, y los músculos contienen el ser y lo relacionan con su entorno». A la pregunta retórica del título, responde que «lo que mueve el cuerpo es el deseo».
Presenta su libro de salud como «innovador». ¿A qué se debe?
Porque es completo. Cuando vamos donde un profesional sentimos que no nos escucha y no nos explica. Entonces vamos a una librería, y compramos un libro sobre anatomía, otro que nos habla de emociones, y escogemos otro de ejercicios: de yoga, tai-chi, pilates... y salimos de la librería con el brazo lleno de libros. Mi libro es completo al tener en cuenta aspectos variados y recoger diferentes enfoques. Cada persona necesita ser tratada como un ser único, y en mi libro ofrezco pistas para que cada una indague en su propio mundo interior. Escribo desde una visión científica de la salud y de la enfermedad, pero explicado con sencillez. Hablo del aspecto energético, que la enfermedad se expresa como blo- queo energético. Existen estudios científicos al respecto, pero se omiten o se descartan como esoterismo.
Abarcar esa diversidad supondrá trabajo de conocimiento...
Mi conocimiento se basa en gran parte en mi experiencia. He sido responsable del servicio de rehabilitación de una Mutua, y he podido observar en los pacientes, recoger la experiencia y plasmarla. He aprendido que cuando no hay manera de sanar es cuando realmente ves lo que hay detrás. Se van repitiendo rasgos que responden a conflictos emocionales, aunque no siempre; la sociedad también nos enferma.
He aprendido mucho con la Escuela española de Terapia Reichiana, basada en estudios de William Reich. Él dejó sentado que «cualquier materia desprende energía», y desarrolló la «vegetoterapia caráctero-analítica», que analiza el carácter mediante el ejercicio. Ello supuso una bola de nieve que creció, desarrollándose como lo hizo el neurosiquiatra Federico Navarro, que plasmó la sistematica de esa terapia, obedeciendo a su rigor científico. Yo lo trasmito de forma popular, como un libro de autoayuda, que no sustituye al diagnóstico diferencial. Navarro trató todos los aspectos; yo busco sistematizar el aparato locomotor.
Habla de complejidad y de varios enfoques. La medicina oficial se basa en la eliminación de síntomas. ¿Se debe cambiar esa concepción sobre la salud?
Siempre es bueno recurrir a todo lo que nos puede ayudar. Lo mejor sería un equipo multidisciplinar: en una dolencia de la columna lumbar se tomarían analgésicos para bajar la inflamación, ya que no todos tienen experiencia con su cuerpo. Luego vendría la realización de ejercicios, después sicoterapia... todo lo que abarca poder recupe- rar el equilibrio.
En la carrera de medicina no se explica la materia emocional, y es muy difícil curar una enfermedad sin tener en cuenta ese aspecto, y también el del flujo energético, como se hace en la medicina china. Este momento es interesante, ya que se están dando encuentros entre la medicina occidental y la oriental, con aportaciones mutuas.
¿Cómo explicaría la acumulación de emociones, su forma de manifestarse, y su liberación?
Cuando no pueden ser expresadas, se retienen en alguna parte de nuestro cuerpo, y se expresa una enfermedad. Ello no quita otros factores como ambientales, heredados genéticamente, vivencias uterinas... Pero las emociones son importantes, ya que sin ellas ni nos moveríamos. Todo deseo de descubrir el mundo son emociones. Desgraciadamente, a veces el entorno no nos permite que los deseos afloren, se expresen, se satisfagan, y se van abandonando. Ello produce dolor, y tenemos miedo al dolor. Lo más saludable es tener en cuenta ese dolor, hacer caso al profesional y cuidarse. Se puede observar a qué se debe: Un dolor de la columna obliga a apoyarse, y suele expresar el miedo a aceptar apoyarse, debido a una experiencia negativa. Vuelve al terapeuta una y otra vez, y busca apoyo, pero debe darse ella misma ese apoyo; sentirse segura para confiar en que sabrá dónde y en quién confiar a la hora de apoyarse.
«En cuanto a la salud, no hay una técnica que valga para todos. Cada ser somos único y respondemos de distinta manera; cada persona necesita ser tratada como tal»