ELA anuncia que votará en contra de la fusión de las cajas BBK y Kutxa
ELA anunció ayer que votará en contra de la fusión de BBK y Kutxa. Considera que el PNV y las dos cajas han negociado con CCOO por intereses de «reparto de poder» y porque «utilizando el marco español les saldrá más barato». Las quinielas apuntan a que en BBK saldrá la fusión, pero en Kutxa está «muy ajustado». PNV-EA, CCOO, Pixkanaka y Aralar a apoyan. Suman 63 de los 67 votos necesarios.
Juanjo BASTERRA |
A dos días de que se celebren las asambleas de compromisarios de BBK y Kutxa para aprobar o no la fusión entre ambas y dar por bueno el acuerdo logrado entre PNV y CCOO para «el reparto de poder en los órganos de decisión de la nueva entidad», como han denunciado públicamente LAB y ELA, se están clarificando las posturas de determinados grupos ante la votación final del viernes.
ELA afirmó ayer que rechazará la fusión en ambos escenarios, mientras que el vicecoordinador de Aralar, Jon Abril, confirmó a Europa Press que darán «el visto bueno a la fusión», a pesar de que ha sido negociada sólo con CCOO y sin tener en cuenta el marco vasco de relaciones laborales, como han demandado ELA y LAB en todo el proceso.
En la asamblea de BBK, la ratificación de la fusión a dos, dejando fuera a Caja Vital, no tendrá problemas, porque el PNV cuenta con los apoyos suficientes. Sin embargo, en Kutxa el resultado de la votación, que será secreta, será «muy ajustada». De hecho, el presidente de Kutxa, Xabier Iturbe, baraja la posibilidad de que algunos compromisarios se ausenten de forma deliberada para variar el número de votos necesarios para lograr más de dos tercios de los votos.
Quinielas
Un dato muy importante a tener en cuenta sobre la asamblea de Kutxa es lo hermético de los datos de representación tras los cambios producidos en el primer semestre de este año. La asamblea está compuesta por cien compromisarios. Si participan todos, la fusión necesita 67 votos. Los partidarios de la operación cuentan con seguridad con 62 votos y otro de Aralar, según lo manifestado ayer, con lo que suman 63 votos; 51 son de PNV y EA; 9, de CCOO; 2, de la Plataforma Pixkanaka y 1, de Aralar. Se supone que ANV (2), Banatuz (8), LAB (1), ELA (2), PSE (18) y PP (3) rechazan la fusión, por diferentes razones. Quedan 3 ó 4 representantes de Ezker Batua, según las fuentes, por decidirse. Sus responsables negocian entrar en el consejo de administración de la nueva caja para dar su apoyo.
Esperar al Gobierno de Lakua
Si la asamblea de Kutxa no da el visto bueno, la fusión no se llevará a cabo en este momento. Tendría que esperar a que Lakua modifique la Ley Vasca de Cajas de Ahorro, una posibilidad que siempre ha estado en manos del PNV pero que no ha utilizado. En alguna ocasión el presidente de BBK, Xabier Irala, lo exigió como cuando, junto al ex presidente de Kutxa, Carlos Etxepare, y el de Vital, Javier Rojo, participaban en diferentes conferencias y presentaciones para defender la fusión de las tres cajas.
Igor Izagirre, secretario general de ELA-Zerbitzuak, acompañado por delegados sindicales de Vital, BBK y Kutxa, recordó ayer que sus dos representantes en Gipuzkoa y uno, en Bizkaia, votarán en contra de la fusión. Las razones esgrimidas por el representante sindical se centran no sólo en la negativa de los presidentes de ambas cajas, Xabier Irala y Xabier Iturbe, de negociar en el ámbito vasco de relaciones laborales, sino que «no supone mejorar las condiciones de trabajo de los empleados. Ni se termina con la precariedad ni la discriminación. El resultado de ese acuerdo es decepcionante», precisó Izagirre. Criticó que se está produciendo un «recorte de derechos laborales» y se «profundiza en la precarización de las condiciones laborales».
«No queremos privilegios»
Para el responsable sindical de ELA, el PNV, BBK y Kutxa han optado por negociar dentro del marco español «porque les sale más barato y no mejora las condiciones de trabajo, ni las económicas de los empleados».
Lamentó, por último, que «han firmado con CCOO porque saben que dentro del marco vasco de relaciones laborales no pueden hacer lo que se les antoja».
El secretario de ELA-Zerbitzuak también rechazó «el intento de pervertir la función sindical, al fijar subidas de categorías a los delegados o la entrega de 1.000 euros por cada representante. No queremos ni aceptaremos ese dinero. Que se utilice el mismo para acabar con la discriminación de los trabajadores de las subcontratas y empresas de servicios».
Izagirre aseguró que «defendemos las condiciones de los trabajadores vascos y de los del resto del Estado español».
La picaresca afecta, sobre todo, a Kutxa por lo ajustado de los márgenes. No es de extrañar que en esa caja se necesitaron dos votaciones para aprobar la anterior ley de cajas. Hay situaciones que pueden ser protagonistas. Así, todavía existen representantes municipales de las elecciones de 2002 que no tomarán posesión de sus puestos hasta 2010, debido a lo complejo de su elección, al renovarse las asambleas al 50%. Con los del bloque de los usuarios pasa algo parecido. Tras las elecciones de abril pasado, PNV y EA perdieron cinco consejeros y la candidatura Banatuz, de la izquierda abertzale, pasó de siete a doce representantes. Sin embargo, Banatuz en la asamblea del viernes sólo tendrá ocho votos. Los otros cuatro no participarán hasta 2010. Serían votos esenciales en este proceso de fusión.
También existe otra situación que, en su momento, se denominó «el robo de un consejero», tras las elecciones, porque, aunque no parecía que tenía trascendencia, en la actual composición es fundamental. Kutxa atribuyó dos consejeros a la agrupación de ayuntamientos encabezados por Beasain, en lugar de uno, y se lo quitó a los ayuntamientos de Oiartzun, Lezo, Usurbil y Bergara, que «les correspondía uno al amparo del reglamento de Kutxa y de la Ley de Cajas». Esa designación está recurrida a la Comisión Electoral y posteriormente al Gobierno de Lakua, que todavía no ha contestado. Incluso, el representante que tiene Aralar está conseguido por la política de «apartheid» de la izquierda abertzale de Aretxabaleta.