No siempre se cumplen, pero todos los tópicos tienen alguna base cierta. Por ejemplo el que, frente a los que no quieren buenos principios para sus hijos, recuerda las habitualmente nefastas consecuencias de un mal arranque de temporada.

Aunque los puntos aporten a la suma en igual medida, se consigan en la primera o en la última jornada, el aritmético no es el único factor a tener en cuenta en el fútbol. Los puntos valen igual, pero requieren un esfuerzo diferente, dependiendo de situaciones, rivales, necesidades o alturas de la temporada. Y la experiencia demuestra que entre los factores que dificultan su consecución se encuentra la situación clasificatoria. El mal de altura suele asomar, en este caso, por defecto, y una de las consecuencias es que los equipos que cuajan un mal arranque de temporada -ya sea por un calendario complicado, por una avalancha de lesiones o porque no dan para más-, encuentran muchos problemas para levantar cabeza después.

El propio Athletic ha experimentado en sus carnes la losa que supone un mal inicio liguero y por eso los rojiblancos son especialmente conscientes de la importancia que tiene el próximo mes de competición. La semana pasada fueron numerosas las voces que se refirieron a este último tramo anterior al parón navideño. Aitor Ocio, por ejemplo, subrayaba la importancia de comer el turrón en posiciones más o menos tranquilas y Andoni Iraola coincidía en la necesidad de encadenar una buena racha de resultados en estas próximas semanas.

Realmente, la trayectoria próxima de los bilbaInos tendrá su importancia. Depende en parte de cómo se mire el vaso, porque la cosa está al 50%, pero lo cierto es que, en las diez últimas temporadas, la mitad de los equipos que ha alcanzado la 16ª jornada -la última, en este caso, antes del parón navideño- en puestos de descenso, ha acabado perdiendo la categoría.

La entidad de los rivales a los que se enfrenta el Athletic eleva la trascendencia de este tramo liguero. Los rojiblancos se las verán con equipos de «su Liga» aunque, a excepción del Numancia, ocupen ahora mismo, posiciones más o menos desahogadas. Si Racing, Sporting y Betis no son equipos mínimamente accesibles para el Athletic el futuro pintará definitivamente muy oscuro. Qué decir del próximo rival, el Numancia, ante el que los bilbaínos disputarán el domingo un auténtico match-ball que, en caso de saldar de forma positiva, les permitirá darse un respiro saliendo del descenso.

Además del futuro deportivo del equipo, también el de Joaquín Caparrós está en juego en las próximas jornadas. Desde la directiva no se ha dejado de transmitir un mensaje de tranquilidad en este sentido, pero los rumores sobre el posible cese del técnico y sus sustitutos están siendo habituales en las últimas jornadas.