El aeropuerto internacional de Bangkok, Suvarnabhumi, suspendió ayer temporalmente los vuelos de salida previstos después de que cientos de manifestantes antigubernamentales irrumpieran en la terminal.

En Suvarnabhumi, principal punto de entrada para los trece millones de turistas que visitan Tailandia cada año, se vivieron escenas de caos cuando los manifestantes rompieron el cordón policial y entraron en el edificio, donde aseguraron que permanecerán hasta que dimita el primer ministro, Somchi Wongsawat, que hoy debe regresar al país.

Horas antes, miles de manifestantes tomaron las oficinas provisionales del Ejecutivo en el viejo aeropuerto de Bangkok. Don Muang, al día siguiente de rodear el Parlamento y después de casi tres meses de mantener ocupado el Palacio de Gobierno. El asedio afectó también al cuartel general de las Fuerzas Armadas, para impedir que el Ejecutivo celebrase así la reunión de urgencia que tenía prevista.

Al menos once personas resultaron heridas en los enfrentamientos entre el opositor PAD y partidarios del Gobierno, en la autopista que conduce a Don Muang.